El sobrenombre de esta esquina isleña proviene de una tienda de alimentación y güichi que existía en la esquina de San Antonio con la calle Real a mediados del siglo pasado. A día de hoy, muchos cañaíllas siguen llamándola así.
Tras la demolición del edificio original, se construyó un nuevo edificio donde se establecieron una zapatería y una sucursal de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Cádiz (posteriormente Unicaja).
En este punto siempre había un guardia de tráfico, ya que era una zona muy transitada y propensa a accidentes.
Durante la Semana Santa de San Fernando, la curva del Gordo se convirtió en un punto importante. Los encuentros del Nazareno y la Virgen de los Dolores atraían a los cañaíllas. El Nazareno, que hasta finales de la década de los 60 llegaba hasta la plaza del Carmen, se encontraba en este punto con la 'Lola' al regresar.
Antes de ser conocida como la curva del Gordo, esta esquina era conocida como la del 'borriquero'. En el siglo XIX, se alquilaban burros para ir a Cádiz. Los burros se ataban a unas argollas en la pared, y como no había cercanías, este era el método de transporte; seguro que se tardaba un poquito más...
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