Por no ser, no fue en la calle, como su mismo nombre indicaba. Tampoco hubo ni una pizca de ese bullicio del que somos adictos los que vivimos en sociedad. Lo que parecía imposible, hacer un certamen de este calibre, nos hizo dejar todos los recuerdos que teníamos sobre el evento a un lado: todos los chiflidos a callar y todas las sonrisas. No hubo caras, pero no hubo verso que las mascarillas y la distancia social impidieran sentir. Como añadió la actriz Alba Enríquez citando a la poetisa Alejandra Pizarnik, “La rebelión consiste en contemplar una rosa hasta pulverizarse los ojos”. Así comenzó la cita cultural, contemplando "la rosa de la literatura", haciendo revivir a cada uno de los asistentes esos momentos íntimos que vive cada oyente, cada lector, cuando se muestra frente a una endecasílabo, un acorde y, en la mayoría de las veces, ese silencio cuando se acaba.
Reduciendo más de la mitad del aforo natural de este evento, repartidos entre el espacio abierto de este centro escolar y las gradas, 248 asistentes pudieron disfrutar de esta noche. El cartel con mayor paridad de las doce ediciones que lleva la organización de Izquierda Unida en Rota, también fue el más generoso y, por qué no, el más filántropo. El certamen de Literatura en la Calle, alternaba experiencia, disciplinas y estilos. Artistas del ámbito nacional y, sobre todo, provincial, veteranos y jóvenes, -donde ya no sabes muy bien dónde incluirlos a cada uno-, cuya asociación de generaciones históricas y futuras promesas dieron un soplo de aire fresco a esta noche para literatos empedernidos y amantes de escuchar historias.
Una riqueza literaria que se pudo contemplar desde los asientos con un elenco rico en temas que aplaudió la celebración de este tipo de eventos conscientes con el apoyo a la cultura al igual que al cumplimiento de las medidas sanitarias. Abriendo el acto con la lectura de Luis García Montero, el certamen discurrió con normalidad y con la emoción de muchos al poder volver a los escenarios a compartir este ciclo de literatura con el público. Luis García Montero, Alba Enríquez, Antonio Manuel, Juan José Tellez, Eduardo Mendicutti y Almudena Grandes fueron algunos de los literatos que subieron a deleitar al público roteño con rimas, versos, acordes y emoción. Un cartel, que recordó, a figuras de la literatura como Lorca o Marcos Ana, entre otros.
Una noche para compartir y sobre todo para disfrutar, después de largos meses con la celebración de estos eventos entre las cuerdas, en la cual, García Montero quiso asemejar el latido que impulsó a ponentes y a asistentes a estar allí, con el latido de los sanitarios, de los pensionistas, del feminismo, el latido contra el discurso fascista y el latido de la memoria histórica, entre otras reivindicaciones del poeta. Una noche para escuchar como nunca antes.
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