Pienso, luego estorbo

Patologías políticas

Otra semana de pasión en Sevilla y en Cataluña para el staff socialista de la Junta y los golpistas. Juicios y comparecencias judiciales donde se ponen...

Publicado: 27/03/2018 ·
23:10
· Actualizado: 27/03/2018 · 23:10
Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai
Autor

Miguel Segovia Martínez

Miguel Segovia es abogado e histórico militante del PP de Jaén. Exconcejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Jaén

Pienso, luego estorbo

En este espacio, Miguel Segovia analiza la actualidad política nacional con una irónica mirada al mundo local

VISITAR BLOG

Otra semana de pasión en Sevilla y en Cataluña para el staff socialista de la Junta y los golpistas. Juicios y comparecencias judiciales donde se ponen en evidencia determinadas patologías que sufren los políticos muy a menudo, entre otras la amnesia y la diarrea. Todos los investigados tienen debilitada la memoria, no son capaces de recuperar la información recibida con anterioridad, nadie se acuerda de nada, ni el mismísimo virrey Zarrias, el mayor superviviente en política activa de los últimos 40 años, junto con Chaves y Arenas. Ni Urdangarin, ni Mato, ni Granados, ni Costa, ni Francisco Camps, el de los trajes….ni Chaves, quien todo lo ignora. Después de haber sido ministro, presidente de Andalucía, vicepresidente de España, secretario general del PSOE andaluz… ¿cómo se puede tener tan mala cabeza?. Nada sabía, nada sospechaba, de todos los escándalos que han estallado en su entorno. Desde el ingente fraude de los ERE hasta el escándalo de influencias por la subvención millonaria a la empresa en la que trabajaba su hija, desde el entramado de Filesa hasta el caso Juan Guerra, el de los maletines. Escándalos mayúsculos que a Manuel Chaves de los que siempre se ha enterado por la prensa. Diez años repartiendo 850 millones de euros a través de un fondo de reptiles y Chaves nada sabía, nada sospechaba. Sin duda todos sufren de TGA (amnesia transitoria global) cuando se sientan en el banquillo. Los que no sufren de anmesia, sino de flatulencia y diarrea son los golpistas catalanes. La semana de pasión ha comenzado para júbilo de los españoles con la detención de Puigdemont, un golpista, un delincuente y un cobarde que abandonó en la cárcel a sus compañeros del golpe de estado que él lideró. El daño causado por este personaje es incalculable, como también el daño que ha causado a sus compañeros con los que va a compartir muchos años de prisión y sufriendo a diario la incómoda flatulencia que genera la comida penitenciaria, de la que se quejaban Burull y Turull. Esperemos que estos golpistas sigan padeciendo  durante mucho tiempo meteorismo, flatulencia, distensión abdominal, amnesia…etc.

No me resisto a trascribir un mensaje de las redes sociales: “Puchi, no quiero meterte miedo pero la última vez que detuvieron a un mesias en Semana Santa la cosa acabó regular”. No es ese mi deseo, ni el de los españoles, pero sí que todos aquellos que han pretendido dar un golpe de estado y destruir nuestro país pasen un tiempo considerable entre rejas. 

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN