El Colegio Electoral de EEUU certificó hoy el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales del pasado 8 de noviembre, tras fracasar los intentos para convencer a algunos electores republicanos de que no votaran al magnate.
Trump superó los 270 votos necesarios en el cónclave del Colegio Electoral, que se reunió en las capitales de los estados del país, y se convertirá en el cuadragésimo quinto presidente del país.
Aunque la votación del Colegio Electoral, órgano compuesto por los compromisarios en función de los resultados de cada estado, suele ser un mero trámite, en esta ocasión había expectación ante las peticiones de algunos electores de rebelarse contra la victoria triunfo del magnate.
Trump ganó por escasas mayorías en algunos estados, pero perdió por casi tres millones de votos el voto popular frente a la candidata demócrata Hillary Clinton, lo que ha creado dudas sobre la legitimidad de su victoria.
Además, las afirmaciones de las agencias de inteligencia estadounidenses sobre que el Gobierno ruso interfirió de manera directa en las elecciones presidenciales, pirateando y filtrando correos electrónicos del Partido Demócrata, hizo que numerosas voces pidieran a los miembros del Colegio que se replantearan su voto.
En cualquier caso, el multimillonario superó los 270 votos electorales a última hora de la tarde, cuando se certificaron los votos del estado de Texas, donde dos electores "desleales" se abstuvieron de votar a favor del multimillonario.
De esos dos compromisarios, uno votó por el gobernador de Ohio, John Kasich, y el otro por el exrepresentante de Texas Ron Paul.
Así, de los 306 electores comprometidos a votar por Trump, 304 le dieron finalmente su apoyo, mientras que, de momento, Clinton ha obtenido 224 de los 232 comprometidos a la espera de que termine la votación en todos los estados.
De esa manera, Trump queda confirmado como presidente electo a la espera de dos últimos trámites: que el 6 de enero cuente los votos el Congreso y que el día 20 el nuevo mandatario jure su cargo.
"Hoy marca una victoria electoral aplastante e histórica en la democracia de nuestra nación. Doy las gracias al pueblo estadounidense por su voto abrumador para elegirme como su próximo presidente de EEUU", afirmó el magnate en un comunicado.
"Los votos oficiales depositados excedieron los 270 requeridos para asegurar la Presidencia por un margen muy amplio, mucho más grande del anticipado por los medios", subrayó Trump.
"Trabajaré duro para unir a nuestro país -agregó- y ser el presidente de todos los estadounidenses. Juntos, haremos a EEUU grande de nuevo".
El sistema electoral de EEUU no garantiza la Presidencia al vencedor con la mayoría de votos a nivel nacional, si no que adjudica un total 538 compromisarios equivalentes al número de legisladores federales por cada estado, lo que confiere más peso a estados con mayor número de habitantes, con California y Texas a la cabeza.
La votaciones de hoy en los 50 estados del país de los miembros del Colegio Electoral fueron más tensas de lo habitual, debido a las protestas dentro y fuera de los recintos oficiales y los cambios de opinión de algunos compromisarios.
En las última semanas, el llamado movimiento "Hamilton Electors", al que pertenecen ocho compromisarios demócratas y uno republicano, trató de convencer electores conservadores para que no votaran por el magnate.
La estrategia tenía pocas opciones de prosperar, ya que las delegaciones de electores están compuestas generalmente por incondicionales de los candidatos, que en el caso republicano están unidos por su repulsa a una presidencia de Clinton y en la falta de consenso por una alternativa moderada republicana.
Al final, los electores "desleales" acabaron por llamar más la atención en el campo demócrata, donde cuatro compromisarios del estado de Washington, por ejemplo, le negaron el voto a Clinton (tres apoyaron al exsecretario de Estado Colin Powell y un cuarto respaldó a un activista de un tribu indígena del país).
No hay una ley federal que obligue a los electores a votar respetando el resultado en su estado y las directrices estatales en este sentido varían, pero lo cierto es que el 99 por ciento de las veces los electores han cumplido con el mandato del voto popular en su estado, según los datos de los Archivos Nacionales de EEUU.
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