Las autoridades iraníes han ampliado durante seis meses más la vigencia del visado provisional concedido a 450.000 refugiados afganos sobre los que pesaba la amenaza de expulsión y de regresar a su país pese a la amenaza de la pujante insurgencia.
El propio Gobierno afgano, que tiene que gestionar a cientos de miles de desplazados internos por la violencia, había pedido a Teherán que no expulsara a los refugiados por falta de documentación. Kabul considera que hay 760.000 refugiados en Irán bajo riesgo de expulsión y no se sabe qué ocurrirá con los que no se puedan beneficiar de la ampliación del visado.
"Han sido ampliadas por seis meses en correspondencia a las relaciones fraternales entre nuestros dos países", ha informado el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado difundido a última hora del viernes.
Las autoridades afganas, por su parte, han aceptado elaborar un plan para ayudar a estos refugiados en un plazo de dos meses, según el Ministerio de Exteriores iraní.
La ONU estima en 765.000 el número de desplazados internos en Afganistán que necesitarán su asistencia para enero, frente a los 631.000 que necesitaron ayuda el año pasado en esa fecha.
Hay casi un millón de refugiados registrados en Irán, según datos de la ONU. La mayoría llegaron antes de 2001, cuando la invasión de Estados Unidos y sus aliados puso fin al régimen de los talibán. Los que llegaron después de esa fecha fueron evaluados caso por caso, lo que dificultó la concesión del estatus de refugiado, según la ONU.
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