La jueza militar Denise Lind ha aceptado la declaración de culpabilidad del soldado Bradley Manning, acusado de hasta 22 cargos por filtrar a Wikileaks cientos de miles de documentos clasificados sobre las guerras en Irak y Afganistán y cables sobre la diplomacia internacional.
En su comparecencia ante Lind, Manning ha leído durante una hora un comunicado en el que se ha declarado culpable de diez cargos menores, pero inocente de las acusaciones más graves, incluida la de "ayudar al enemigo", por la que podría ser condenado a cadena perpetua.
El soldado ha explicado que se apoderó de los documentos que le "perturbaron" para "promover un debate sobre el papel del Ejército y la política exterior, en general", en la opinión pública estadounidense, según ha informado la cadena CNN.
En concreto, se ha referido a las guerras de Irak y Afganistán, indicando que dio a conocer dicha información porque "muestra la realidad en estos países", que le había "deprimido", pero también los cambios que se han producido desde ambas intervenciones militares.
En alusión a los cables del Departamento de Estado, ha explicado que decidió acceder a ellos por dos casos. El primero, por el enfrentamiento entre Islandia y Reino Unido a causa de los problemas financieros del país nórdico. Manning ha explicado que sentía simpatía por Reikiavik porque estaba siendo "acosado" por Londres.
El segundo, por la muerte de dos cámaras de Reuters en Irak a causa del bombardeo de un helicóptero militar. El soldado ha explicado que Estados Unidos le dijo a la agencia de noticias británica que no tenía ningún vídeo sobre el suceso, pero que él lo descubrió y estaba dispuesto a proporcionárselo.
Por todo ello, Manning ha asumido la culpa por el cargo de posesión de documentos clasificados sin autorización y su uso indebido. Además, ha adelantado que no solicitará ser juzgado por estos cargos por un jurado popular.
Sin embargo, ha subrayado que filtró este material porque creía que no perjudicaría a Estados Unidos, aunque ha admitido que sí pensó que podría "avergonzar" al país norteamericano. Así, se ha declarado inocente del delito de "ayudar al enemigo", entre otros de similar gravedad.
Además, ha explicado que en un principio intentó entregar el material al diario 'The Washington Post'. Según ha relatado, llamó por teléfono y habló con quien cree que era una redactora, que, al parecer, no le prestó atención.
Por ello, lo intentó después con el diario 'The New York Times', pero solamente consiguió hablar con contestadores automáticos, por lo que finalmente desechó la idea de entregar los documentos clasificados a la prensa convencional.
Así, se puso en contacto con Wikileaks, que, tras verificar la información contenida en estos papeles, los publicó en su página web, en el caso de los referidos a las guerras de Irak y Afganistán, y a través de varios diarios, en el de los cables diplomáticos.
La defensa ha denunciado en varias ocasiones la situación en la que se encuentra encarcelado Manning, que lleva más de 1.000 días en la cárcel sin haber sido condenado por ningún juez por el caso de las filtraciones de documentos clasificados a Wikileaks.
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