Matrícula de deshonor

Valoración anual

A pocos días de terminar el año, ya estoy repasando estos 365 días para hacer mi particular valoración anual, un hábito al que todos deberíamos acostumbrarnos

Publicado: 23/12/2019 ·
17:40
· Actualizado: 23/12/2019 · 17:40
Autor

Federico Pérez

Federico Pérez vuelca su vida en luchar contra la drogadicción en la asociación Arrabales, editar libros a través de Pábilo y mil cosas

Matrícula de deshonor

Un cajón de sastre en el que hay cabida para todo, reflexiones sobre la sociedad, sobre los problemas de Huelva, sobre el carnaval...

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A pocos días de terminar el año, ya estoy repasando estos 365 días para hacer mi particular valoración anual, un hábito al que todos deberíamos acostumbrarnos. Yo soy de aquellos que al cambiar de acera deciden dar una visual a izquierda y derecha para asegurar el tránsito -los extremos me asustan bastante- a la otra banda, valorando las opciones pertinentes del momento exacto, por lo que pasar de diciembre a enero no me lo tomo en broma y tiro de la poca memoria que me queda para reestructurar los diferentes objetivos logrados o que se han quedado estancados en el transcurso del año, que suelen ser bastantes.

Este ejercicio introspectivo de tomar conciencia de la realidad en la que nos encontramos, de encararse con las circunstancias reales y vivenciales es casi de obligada acción. La vida es muy larga, pero se vive muy intensa y rápida, y es necesario hacer “un parón” muy de vez en cuando para visualizar la evolución y recorrido realizado y así fortalecer el rumbo si se precisa o cambiar trayectos que por circunstancias se desvían de los verdaderos planteamientos iniciales.

No sólo me ciño a realizar un balance profesional, amplío mis horizontes y valoro el ámbito social: mis amigos, conocidos, familiares, etc. Es importante observar a quienes dejamos atrás, que en muchas ocasiones, con la actividad diaria, se nos olvida gente importante en nuestra vida. Yo no concibo mi existencia sin la gente a la que quiero o aprecio, y es algo común en todo ser humano. Que no se nos olvide nunca que somos seres sociales. La parte personal es otro de los aspectos importantes en la que me tomo mi tiempo, en la que dedico esfuerzo en valorar. Observar mis actitudes y cambios considerables que me hagan sentir mal o bien conmigo mismo. En general, todos somos muy conscientes de aquellos comportamientos en los que no hemos actuado correctamente y que nos asaltan, emocionalmente, muy de vez en cuando como “toque de atención”. Nuestra mente es muy sabia y mantiene vivas muchas de esas situaciones; momento importante para escucharlas y tomar medidas.

Evidentemente este instrumento de valoración personal, social, familiar e incluso laboral no os arreglará la vida, pero cuando se realiza de forma seria, coherente y se le da el valor en su justa medida, te ayudará a evitar cometer los mismos errores, aunque ya sabéis el dicho: “Solemos tropezar tres veces con la misma piedra”. Felices fiestas a todos.

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