El estudio forma parte del Cuaderno 15 del II Plan Estratégico de Málaga sobre Capital humano y mercado de trabajo, un plan donde están implicadas todas las administraciones y que propugna la importancia de la educación, la formación y la experiencia laboral de los ciudadanos para el desarrollo económico de Málaga.
Entre los datos estudiados figura también el nivel educativo de los jóvenes malagueños. La tasa de abandono escolar temprano entre esta población, que no ha completado la ESO y no sigue ningún tipo de formación, se sitúa en el 25,8 por ciento. Es una cifra menor que la de la provincia (36 por ciento), Andalucía (32,1) y España (26,3), pero considerablemente más abultada que la de la Unión Europea (13,5).
Todo ello en un mercado laboral en el que la formación cada vez es más importante, como lo atestiguan las cifras. El número de ocupados y parados en relación con el nivel de estudios lo deja claro. Así, un 37,3 por ciento de personas con estudios primarios la primera etapa de secundaria se encuentra en desempleo. Entre los que no llegaron a completar los estudios primarios, el porcentaje de parados es del 16,5 por ciento frente al 8,2 de ocupados. Las personas sin estudios desempleadas son el 4,9 por ciento, mientras que el 2,4 sí está trabajando.
El número de desempleados que tienen estudios superiores es más bajo. El 32,2 por ciento de los que han completado la Secundaria están empleados. El 14,5% de los diplomados o graduados universitarios tiene un empleo, mientras que el 7,2 está parado. Los licenciados con empleo son un 18,89, ya que el 18,8 por ciento se encuentra trabajando, frente al 6,8 que está en situación de desempleo.
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