En la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara Baja, los dos grupos aceptaron retirar las respectivas proposiciones no de ley que habían presentado sobre la cuestión y pactaron un texto común con el objetivo de lanzar a Londres un mensaje “claro” de unidad en torno a esta “cuestión de Estado”, tal y como subrayaron los ponentes de ambas iniciativas, José Ignacio Landaluce (PP) y Rafael Román (PSOE).
Los socialistas aceptaron retirar del texto el llamamiento al Ejecutivo de que retome las negociaciones “en cuanto sea posible”y la alusión expresa al Foro de Diálogo sobre Gibraltar, creado tras la llegada al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y que el PP critica porque permite al Gobierno de Gibraltar acudir a esos encuentros con voz propia separada de la del Reino Unido.
Los 'populares' accedieron por su parte a retirar íntegramente uno de los párrafos de su proposición que pedía mantener "plenamente en vigor las restricciones sobre la cooperación en materia militar relativa a Gibraltar" mientras que no se retomasen las negociaciones sobre soberanía.
También transigieron a la hora de evitar pedir al Gobierno que reitere “en todas las reuniones” que mantenga en torno al contencioso que Gibraltar “no tiene aguas territoriales” y que, en consecuencia, las operaciones de patrulla, bunkering, y de naturaleza similar deberían “cesar con carácter inmediato”.
Texto pactado
El texto pactado pide al Gobierno que “siga impulsando” la cooperación con Reino Unido y Gibraltar “en beneficio de las poblaciones locales de campogibraltareños y gibraltareños” a través de la consolidación de “los mecanismos de Diálogo sobre Gibraltar sin perjuicio de las respectivas posiciones sobre la soberanía y la jurisdicción”.
También reclama al Ejecutivo que “continúe negociando” con Reino Unido la presentación cada año, en la Asamblea General de Naciones Unidas, de una “decisión de consenso”en la que se inste a ambas partes a continuar las negociaciones previstas para la solución definitiva del contencioso, en las que se tenga en cuenta los intereses legítimos de la población gibraltareña.
El acuerdo de la Comisión de Asuntos Exteriores se alcanza una semana después de la visita al Peñón de la princesa Ana de Inglaterra, hija de la reina Isabel II, que llevó al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, a expresar su “rechazo e indignación” al Gobierno británico.
España y Reino Unido dejaron a un lado el asunto de la soberanía en 2002, cuando los entonces ministros de Exteriores, Josep Piqué y Jack Straw, estuvieron a punto de cerrar un pacto basado en la co-soberanía de Gibraltar.
El diálogo para solucionar el contencioso de la colonia se remonta a 1980, dos años antes de que España reabriera la verja después de su cierre en 1969 en protesta por la aprobación de la Constitución de Gibraltar que le confería estatus de autonomía bajo dominio de la Corona británica.
España y Reino Unido establecieron en 1984 el marco de negociación con el llamado Proceso de Bruselas y un año después, tuvo lugar la primera reunión.
El contencioso sobre Gibraltar tiene su origen en el Tratado de Utrecht de 1713 por el que se cedió el Peñón al Reino Unido, con la condición de que la soberanía volvería a ser española en caso de que los británicos renunciaran a ella.
La proposición no de ley añade que la solución definitiva debe tener en cuenta “los intereses legítimos de la población gibraltareña”.
También señala que el Gobierno debe mantener una posición de firmeza respecto a la representación de Gibraltar en organismos internacionales de forma autónoma e independiente de la del Reino Unido.
Se insta además al Ejecutivo a intensificar los esfuerzos para reforzar la cooperación en el control de la seguridad marítima y los vertidos en las aguas que rodean al Peñón, después de los accidentes de barcos ocurridos en los últimos años.
Distintas políticas a pesar de un objetivo común
A pesar del acuerdo, el diputado del PP José Ignacio Landaluce se mostró crítico con la política aplicada por el Gobierno socialista respecto a Gibraltar desde su llegada al poder en 2004. “Ha crecido el 'bunkering', aumentado los rellenos (obras urbanísticas que le ganan terreno al mar) se ha construido muchísimo en el istmo, territorio que no se cedió por el Tratado de Utrecht, y se han construido instalaciones deportivas para militares”, sin olvidar accidentes marítimos con repercusiones medioambientales, como fue el caso del 'New Flame', cuya chatarra sigue en el fondo de la bahía, denunció.
En definitiva, Gibraltar “ha crecido por tierra, mar y aire” gracias a la “permisividad” del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. En su opinión, hay que “tender una mano al desarrollo común evitando que te la muerdan en ese acto generoso”.
—no es un problema nuevo—
Por su parte, el diputado socialista, Rafael Román, subrayó que el contencioso entre Madrid y Londres a cuenta de Gibraltar no nace hoy y recordó la visita que hizo la reina Isabel II de Inglaterra al Congreso en 1988, donde se le entregó el Toison de Oro y la Medalla de Oro de las Cortes.
Destacó que todos los Gobiernos españoles se han ocupado de la recuperación de la soberanía de Gibraltar. Eso sí, matizó la necesidad de no volver a la etapa del “cierre de la Verja” porque perjudica fundamentalmente a los ciudadanos del Campo de Gibraltar ni al “aislacionismo” del Peñón.
“Hay que seguir por la línea de crear un clima de confianza”, aseguró Román, que aprovechó para señalar que el Gobierno no da un carácter político al establecimiento del Instituto Cervantes en Gibraltar.
Al término de la Comisión, Román saludó en declaraciones ante los medios de comunicación, el acuerdo alcanzado ayer tarde porque se le está diciendo a Reino Unido de forma clara que los partidos españoles no tienen dudas con respecto a que todos ellos persiguen el fin de la situación colonial, al tiempo que apoyan que se tienen que adoptar “medidas prácticas de cooperación en la zona para que población siga aumentando su bienestar”.
Caffarel, convencida del éxito del Instituto Cervantes en el Peñón
La sede del Instituto Cervantes en Gibraltar ayudará a formar profesores de español en la colonia británica. Así lo ha manifestado Carmen Caffarel, directora de la institución pública encargada de la promoción de la lengua española en todo el mundo. En declaraciones a Canal Sur Televisión, Caffarel afirmó que “es bueno que ayudemos a formar profesores, que esos profesores formen a chicos para que tengan un uso competente del español”.
“Gibraltar está, de alguna manera quizá, perdiendo esa frescura que podía tener antes en el dominio del español”, añadió Caffarel aunque eludió entrar en polémicas políticas.
“Estoy convencida de que la sede de Gibraltar va a tener el mismo éxito que todo lo que el Cervantes hace”, concluyó.
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