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Frankenstein: el eterno rey del terror

Convertida en un clásico de la literatura, la novela gótica de Mary Shelley resurge especialmente en Halloween, y sigue adaptándose al cine y la televisión

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Hasta la IA representa al Frankenstein de Boris Karloff.

Los disfraces de Frankenstein, tendencia en la Spooky Season.

La novia de Frankenstein, personaje popular posterior a la novela.

Frankenstein, también presente en recetas en redes sociales.

La novela de Mary Shelley es muy popular en Booktok.

Maquillaje o disfraz de Frankenstein, éxito seguro en Halloween.

Frankenstein. ¿Quién no conoce ese nombre? ¡Ojo, aunque a muchos se le venga a la cabeza el monstruo, en realidad el título alude a su creador! Pero, sea como sea, está claro que es uno de los personajes de terror más famosos de la historia, viral en Halloween y eternamente famoso el resto del año, generación tras generación.

Una búsqueda en Tiktok puede servir para hacerse una idea: casi 62 millones de publicaciones relacionadas con “Frankenstein”. Los resultados van desde vídeos que hablan de alguna de las adaptaciones o de la propia novela, a tutoriales de maquillaje y disfraces para la ‘Spooky season’ (adviento de Halloween) o recetas inspiradas en el monstruo.

Y es que más de 200 años después de que Mary Shelley publicara su libro, Frankenstein sigue siendo una apuesta segura para los amantes del terror y la subcultura gótica, pero mucho más que eso, todo un icono pop sin fecha de caducidad.


Criatura nacida de la tormenta

¡Ah! Las noches de lluvia tormentosa ¿cuán inspiradoras pueden ser? Especialmente en Halloween, cuando contar historias de terror en el calor del hogar, oyendo los truenos y la lluvia en el exterior, son uno de los planes más recurrentes. Una costumbre que viene de lejos y que ha inspirado a grandes plumas de la literatura… Como a Mary Shelley.

Corría el año 1816, en un lluvioso verano suizo, cuando la tormenta hizo que varios nombres célebres se quedasen encerrados durante sus vacaciones en Villa Donati en Cologny, cerca del lago Lemán.

Aquella mansión pertenecía al poeta Lord Byron, y sus acompañantes eran el médico John William Polidori, el escritor Percy Shelley y su mujer, Mary, y la hermanastra de esta y amante del lord, Claire Clarmont.

Tres jornadas de lluvia hicieron que aquellas vacaciones, que iban a consistir en rutas por los bosques, se conviertan en veladas de historias de miedo en torno al fuego de la chimenea. Es por ello que en 1816 se le conoció como “el Año sin Verano”.

Y así fue como Lord Byron tuvo la idea de retar a sus compañeros a que cada uno escribiese el mejor relato de terror. Gracias a ese improvisado concurso entre colegas, nació ‘El Vampiro’, de Polidori, que más adelante inspiraría a ‘Drácula’ y sentaría las bases de este ser mitológico. 

Pero hubo un monstruo todavía más famoso que el del médico escritor: el monstruo de Frankenstein. Porque Mary Shelley se fue a dormir dando vueltas a su idea para el relato, y tuvo un sueño que la inspiró para algo bastante más extenso: la primera novela de ciencia ficción de la historia.

Así fue como Mary concibió ‘Frankenstein o el moderno Prometeo’ (1918), que con el tiempo se convertiría en uno de los grandes clásicos de la literatura y en un imprescindible del terror gótico.

El legado de un monstruo sin nombre

Con el tiempo, la obra de Mary Shelley dio el salto al cine. Primero, en un cortometraje en 1910, en los albores del séptimo arte. Y después, en 1931, con la adaptación que plantaría en el imaginario la estética más recurrente del monstruo, encarnado Boris Karloff. 

A partir de ese momento, y especialmente con la secuela ‘Bride of Frankenstein’ (1935), habría una confusión que se asentaría también en el imaginario colectivo: la de pensar que el monstruo se llama ‘Frankenstein’, cuando en realidad el nombre de la novela alude a su creador en la ficción, el doctor Viktor Frankenstein.

Porque el monstruo, en verdad, no tiene nombre. Y ese es parte del drama. Y es que, más allá del terror en torno a la criatura, y de los elementos de ciencia ficción, la novela de Mary Shelley reflexionaba sobre la humanidad y los límites de la ciencia y medicina, el problema de jugar a ser dios, y la dicotomía entre el bien y el mal.

Desde entonces, han sido muchas las adaptaciones y obras inspiradas en el libro, porque Frankenstein nunca pasa de moda. Ha sido interpretado, por ejemplo, por actores de la talla de Christopher Lee o Robert De Niro.

Otras ramas del arte también han encontrado su inspiración en el monstruo como videojuegos, cómics y, sobre todo, música. Así, encontramos canciones como ‘Feed my Frankenstein’ de Alice Cooper; ‘Frankenstein’, de Lenny Kravitz; o ‘Corazón sin Nombre’, de Hada Bicho (https://hypeddit.com/hadabicho/corazonsinnombre), esta última inspirada directamente en la novela en lugar de en las películas.

Pero es sin duda en el medio audiovisual donde ‘Frankenstein’ se ha convertido en ícono pop y protagonista de eternos ‘remakes’. Algunas adaptaciones más recientes son ‘Poor Things’ (2023) que le valió el Óscar a Emma Stone y que se basa en un libro a su vez heredero del clásico de Shelley; o la telenovela turca ‘Yaratilan’ (‘Criatura’, 2023). 

Y habrá muchas otras, como algunas confirmadas que están por venir: ‘The Bride!’, prevista para 2025 y con Christian Bale como criatura; la animación ‘Frank and Mary’ presentada en el Weird Market 2024; o la futura película de Guillermo del Toro, en la que Jacob Elordi dará vida al monstruo (sustituyendo a un Andrew Garfield que se bajó del proyecto por supuestas incompatibilidades de agenda).

Porque, en definitiva, se llame o no ‘Frankenstein’, esta criatura y su autora han creado un legado que resurge cada Halloween, pero con un reinado atemporal: el rey de los monstruos de terror nunca pasa de moda.

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