Junto al boicot de la actual dirección del PP de Jaén a la campaña electoral de sus compañeros de Sevilla, ha sido especialmente ruidoso el silencio de los sanchistas durante estas dos semanas, por no hablar de la corta presencia de su secretario general, Pedro Sánchez, en la campaña. Desde que se conocieron los resultados, los silencios dieron paso a las críticas, a las peticiones de ‘regeneración’ y a los golpes en el pecho por la victoria del bloque de la derecha, con la irrupción de Vox. Ayer, en la concentración convocada frente a la Subdelegación del Gobierno estaban algunos sanchistas jienenses protestando por la escalada del partido de extrema derecha. Si nos atenemos a los resultados de los socialistas, tanto en Andalucía como en Jaén, cabe la conjetura de que muchos de ellos hubieran optado por la abstención, al igual que otros muchos ciudadanos de izquierdas, ya que los resultados de Adelante Andalucía también han sido bajos. En definitiva, la negación absurda de los recortes y de los problemas reales de los ciudadanos y la alta abstención, que en la provincia ha superado por primera vez en unas autonómicas a la fuerza más votada, el PSOE, ha dejado el actual panorama. O lo que es lo mismo, las guerras familiares cambian ideologías por venganzas.
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