Pilar Parra ha hecho hincapié en que además de ser un elemento de cohesión entre los países de la franja mediterránea del olivar, “también es un cultivo ligado al medio ambiente y a distintas actividades económicas, por lo que genera empleo, contribuye al asentamiento de la población y a un nivel de vida digno”, a lo que se suma, en sus palabras, “la enorme carga histórica de los olivares del mediterráneo”, por lo que “son motivos suficientes para solicitar que se produzca la declaración de Patrimonio de la Humanidad”, señaló.
En la propuesta aprobada por el pleno de la Diputación, se recoge que “razones geográficas, políticas y competenciales aconsejan impulsar la candidatura desde el ámbito autonómico”, ya que la delimitación geográfica de “Paisajes del Olivo del Mediterráneo” debe incluir a los territorios andaluces donde el olivar es elemento prioritario de desarrollo endógeno. Por ello, “esta declaración dirigida a la conservación de este tipo de paisaje va a beneficiar a todas las regiones del Mediterráneo ya que tiene una enorme repercusión en la protección del mismo y al mismo tiempo otras derivadas como puede ser el turismo y otros aspectos económicos”, afirma Parra. El siguiente paso será el inicio del expediente y es importante que exista apoyo social “por lo que hay que llevar a cabo una serie de actos de adhesión a la candidatura”. También la Diputación tiene previsto adherirse a la candidatura de la dieta mediterránea como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
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