Fue sonado cómo algunos de los nuevos gobiernos locales cambiaron las programaciones culturales para poner autores afines a su ideario. La que más repercusión acaparó fue la suspensión del concierto en Aravaca del cantautor Luis Pastor y su hijo Pedro. En Oviedo los nuevos mandamases clausuraron veinte conciertos de sus fiestas. Luz Casal y Rozalén eran esta vez las afectadas. Cada gobierno municipal o regional interpreta la ideología y gustos de sus ciudadanos y actúan como en el despotismo ilustrado. Buscando con paternalismo el bien de sus ciudadanos.
En la historia hay hechos más graves. Los Reyes Católicos expulsaron a los judíos. Felipe III a los moriscos y Carlos III a los jesuitas. Es nuestra historia de la tolerancia. Sin hablar de los exilios que ha acompañado a nuestra vida nacional.“Cuius regio, eiusreligio” era el lema latino que durante el luteranismo justificaba que los príncipes impusieran su religión a su pueblo. O sea, según era la religión real, tenía que ser la de sus súbditos. Parecida a la del Rey Sol: “Une foi, une loi, un roi” (Una fe, una ley, un rey).
Es habitual en las programaciones culturales de las instituciones públicas y privadas –especialmente las dedicadas a la enseñanza de la cultura y lengua - contar con la colaboración del Instituto Francés, del British Council o del Goethe alemán, y otras como el Instituto Cervantes lo hace fuera de España. Ese tipo de actividades suelen estar fuera de la política, aunque no de la política cultural de los Estados. Una de esas actividades fue cercenada en Cádiz por venir de Israel. Los judíos, de nuevo con problemas en España. Los partidarios de un Estado palestino y una organización que promueve sanciones contra el Estado judío –con la colaboración municipal- impidieron sus manifestaciones culturales, por motivaciones ideológicas. Como si Israel fuera el único Estado que no actúa de acuerdo con el respeto escrupuloso a los derechos humanos. La lista sería interminable y los Estados libres de tacha, muy escasos.
Luis Pastor: afirmó cuando le suspendieron el concierto: “La derecha se mueve por revanchismo", pero la intolerancia arrecia por todos lados, como se ve. Se falta a la memoria de los judíos Isaac Deutscher, León Trotsky, Hannah Arendt y hasta a Leonard Cohen, de familia de rabinos y que compuso ¡Aleluya¡
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