A falta de un par de meses de que se cumpla el primer año de la reunión que tuvo lugar en la bodega San José en la que el concejal de Urbanismo, Diego Muñoz, reunió a las ARG y ARGT, las federaciones que reúnen a estas asociaciones comienzan a mostrar su inquietud.
La escasa o nula información que reciben por parte del área y la creciente incertidumbre se unen a la situación económica que actualmente están viviendo las familias. “Pedimos, como mínimo, que nos informen para que así nosotros podamos informar a nuestros vecinos, pero lo que se está viviendo en la calle es que hay falta de información y no se sabe ni cuándo ni por cuánto va a salir la regularización de las viviendas”, comenta uno de los miembros de Fevema, Javier de Paula.
Cabe recordar que la aprobación de la Ordenanza de Regulación de las ARG y ARGT va unida a la aprobación del Plan General de Ordenación Urbanística. “Sabemos que el Plan General está siendo revisado por la Junta y, presumiblemente, no tienen por qué ponerle demasiadas pegas, lo que no entendemos es la callada por respuesta”, afirman desde Fevema.
A ello se une, igualmente, la existencia de rumores que empiezan a inquietar a las asociaciones. “Tenemos el temor de que tanto el PGOU como la ordenanza se aprueben en pleno extraordinario y no nos dejen, ni siquiera, participar”, puntualiza el presidente de Coave, José Antonio Castro. Del mismo modo, existen otros recelos por parte de las asociaciones. “Hemos escuchado en la calle que la ordenanza puede recoger todo lo que viene disperso en el Plan General y, entendemos, que esto no debe ser así, sino que la ordenanza debe ser más amplia y agrupar las necesidades y demandas de los vecinos”, concretan.
En este sentido, cabría hacer hincapié en que desde el área de Urbanismo se realizó un ofrecimiento a las asociaciones para que se implicasen con la ordenanza. De esta forma, y a través de las diferentes peticiones, se podrían concretar las necesidades de cada una de las Emas. “Siempre hemos dicho que la ordenanza debería recoger las peticiones de los vecinos, porque ellos saben qué es lo que más están necesitando, pero desde que nos empezaron a decir que se iba a aprobar la ordenanza, allá por el mes de noviembre de 2012, no se ha convocado ni siquiera la mesa de trabajo que se nos dijo que se iba a hacer”, explican desde Coave.
Además, las asociaciones sostienen que cada Ema es un mundo y es muy raro que dos casos se repitan, por lo que plantean que la ordenanza debería establecer cómo se va a regular la situación de las viviendas. “Los casos que nos llegan aquí, rara vez coinciden en algo, entonces queremos saber cómo se va a hacer, si caso por caso, o se va a abordar por asociaciones o, incluso por federaciones”, apuntan desde Fevema. De hecho, esta asociación se ofreció a realizar una serie de gestiones y ayudar, en la medida de lo posible, al área de Urbanismo. Sin embargo, para ello, necesitan disponer de información.
Añadido a esto, se unen la necesidad de servicios básicos. “Aquí la mayoría de los vecinos disponen de su luz y su agua, pero les gustaría que su situación estuviera regularizada”, mantiene Coave.
Por esta y otras cuestiones, los vecinos piden algún tipo de información.
¿Un AFO como alternativa a la espera y la incertidumbre?
Ante la tardanza y la incertidumbre que está ocasionando la aprobación de la ordenanza que permitiría la regularización de estas viviendas, las asociaciones han planteado, incluso, un Asimilado Fuera de Ordenación (AFO); aunque, tal y como recalcan, esto no es la situación. “Nosotros lo que precisamos es una regularización, con una habilitación de unos servicios mínimos de alcantarillado, saneamiento, basura, alumbrado… y todo aquello de lo que dispone un portuense normal”, explican desde Coave.
Y es que, tal y como destacan, las Emas pagan los mismos impuestos que el resto de los ciudadanos y, sin embargo, algunos servicios se ven mermados. “Pagamos, por ejemplo, la basura, pero para tirarla nos tenemos que ir a dos kilómetros de distancia, con lo que las circunstancias, evidentemente, no son las mismas”, comentan desde Fevema.
Pero, ¿qué es un AFO? Es una figura urbanística aplicable a los usos y, en particular a las construcciones, instalaciones y obras que se desarrollaron sin ajustarse a la normativa urbanística y que al darse las condiciones necesarias, ya no se pueden restablecer la legalidad alterada. El decreto de 2010 aglutinaba a las viviendas en suelo urbano y, posteriormente, en 2012, para las viviendas en suelo rústico.
Además, las viviendas que se acogieran a esto, tendrían que ser reconocidas por el Ayuntamiento como fuera de ordenación, y dispondría, asimismo, de unos derechos de servicios mínimos.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es