El presidente de la UD Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, ha manifestado hoy, después de que su equipo perdiese el ascenso a Primera en la última jugada del partido ante el Córdoba CF (1-1), tras una invasión de campo, que "algunos aficionados se apresuraron y han generado un problema".
El máximo mandatario del club isleño ha dicho que el árbitro amenazó con suspender el partido, que restaba "un minuto y medio del tiempo añadido", y que "por culpa de una minoría, que no ha estado a la altura de las circunstancias", se ha escapado el ascenso.
"El equipo se ha descentrado con esa invasión, no hemos perdido en el campo, lo hemos perdido por la actitud de algunos en la grada", ha reiterado.
Ramírez también ha dicho que el dispositivo de seguridad era de 100 personas, y que contaban con el apoyo de la Policía Nacional, pero ha señalado que "en un evento donde hay más de 31.000 personas es difícil contener este tipo de cosas", y que era una cuestión "cívica y de educación".
El presidente del equipo canario ha felicitado al Córdoba CF por su ascenso 42 años después.
"Qué pena este final de partido", ha exclamado sobre el propio césped, "estoy desencantado porque teníamos mucha ilusión esta temporada, pero ha habido gente que no ha sabido comportarse".
Asimismo, ha pedido disculpas a los aficionados locales "por no haber cumplido" con lo que les prometieron, pero ha avisado de que la próxima temporada lo volverán a intentar: "Hay que seguir luchando y creyendo porque Las Palmas es un club grande".
"Es un día duro, los jugadores están llorando en el vestuario. Hoy y los próximos días habrá que llorar, pero tenemos que levantarnos lo antes posible y diseñar el nuevo proyecto de ascenso", ha afirmado.
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