Once metros cuadrados y mucha ilusión. Así comenzaba su andadura en la hostelería Manuel Aragón Muñoz, tras dejar atrás sus años como agricultor. Corrían los años 80 cuando Manuel abrió las puertas de su negocio “El Castillito”, un lugar clave para muchos vecinos y turistas ya que desde hace 34 años muchos de ellos son su clientela fiel.
Más de tres décadas abriendo a la misma hora: desde las 4.30 de la tarde hasta la madrugada. “Nunca, durante estos años, he cambiado el horario. Siempre abro, haya gente o no” apunta Manuel.
Su negocio goza de “buena salud” señala mientras conversa con otros clientes que están llegando para tomar un riquísimo café. “Más que clientes yo les llamo amigos. Tengo amistades por todo el mundo, me gusta tener un vínculo directo con la clientela...una copa se pone en todos los lados, pero eso no es suficiente...como digo yo, mi negocio es “personalizado” explicaba con una grata sonrisa.
En este establecimiento no hay wifi ni está en las redes sociales“no lo quiero ni lo voy a poner” pero eso no es un impedimento, todo lo contrario, él lo sabe y sus clientes también. Ya no quedan muchos lugares donde la conversación reine por bandera.
Este establecimiento solamente cierra 18 días al año, algo que también es de destacar sobre todo por la zona donde está ubicado, en pleno casco histórico que durante los meses de invierno la mayoría de los bares y restaurantes, por no decir todos o casi todos, cierran sus persianas hasta la llegada de una nueva temporada. “Me quedo solo, pero no me importa”.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es