Harina, agua y levadura. Los ingredientes del alimento más presente en la mesa de los españoles, y especialmente de los andaluces, siguen intactos desde que hace ya milenios el ser humano decidiera elaborar esta masa y la utilizara primero como alimento y luego incluso como medio de pago. Esos mismos ingredientes son los que han provocado recientemente una guerra de precios entre las empresas elaboradoras y comercializadoras de este producto. Y la proliferación de franquicias y otro tipo de superficies que venden este alimento a precios low cost. Si bien es cierto que en esta vorágine del sector, hay firmas que han afianzado su negocio y muestran cierta estabilidad en medio de la tormenta. Es el caso de la andaluza Fapanys, más conocida como Polvillo.
Y es que la tendencia de los últimos años apuntan a un incremento del consumo de este producto alimentario. Aún no se llega a cotas de hace 25 años, pero sí que la tendencia es positiva. A nivel regional, según los datos del ejercicio pasado, cada andaluz registró un consumo de 38, 6 kilos, frente a los 37,41 kilos de media nacional.
En este contexto se mueve la compañía sevillana con origen en Salteras, que es una de las pocas empresas que ponen el acento andaluz en el ranking empresarial español. El top ten de las panificadoras es liderado por Europastry, Grupo Panstar y Berlys Corporación Alimentaria, que agrupan aproximadamente el 70% de la actividad de masas congeladas. En esta lista, Polvillo se encuentra situado en el puesto 21. Este lugar, junto a los gigantes, demuestra que los operadores locales tienen también su propio mercado y una actividad sólida con una productividad similar a las primeras. Polvillo se fundó en 1941, la dirige la tercera generación de panaderos de la familia y cuenta con una planta de producción de las más modernas de europa con 7 líneas de producción.
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