Tiendas que han visto sus ingresos mermados por un gigante sueco “con una competencia feroz, que arrolla a las Pymes”, según se cree desde determinados establecimientos.
Sin embargo, la máxima en todos ellos es que la “calidad siempre se impone” ya que “los artículos medios no son tan baratos” en el centro que se halla en Jerez, como comenta José Antonio Bejerano, responsable de Moberel. “Muchos clientes se lo piensan dos veces, porque el porte y el tener que montártelo tú es muy incómodo; además de los 40 kilómetros que hasta llegar a Jerez", añade Bejerano que piensa que "no ha sido para tanto”.
En esa misma línea opinan otros empresarios porque “nosotros ofrecemos atención personal, confianza, asesoramiento, un servicio postventa fiable, así como un asesoramiento directo”, valora Diego Monje de la empresa Pagapoco, instalada en la avenida de los Descubrimiento, perpendicular a la avenida del Mueble.
Esta empresa está funcionando desde marzo, es decir, de forma paralela al gigante sueco, y, según uno de sus socios, “hemos seguido la misma política que teníamos pensado, antes de que abriera el Ikea”, matizando que “no hemos hecho ninguna contra oferta, pero sí, como se puede ver en nuestro nombre, contra la crisis”.
Desde determinadas empresas se tiene la opinión que el “hipermercado” del mueble, se lleva “la mayor parte de la tarta”, pero “la gente no se ha gastado más, sino que se ha repartido el dinero y esto afecta a todos”. Así, el 60 por ciento de las ventas está proyectado que sea para la empresa sueca, que pretende facturar unos 50 millones en un año y, debido a esto, son muchos los que creen “que va a hacer daño a todos”.
Es por ello que muchos empresarios apuestas por “situarse en un nivel más alto”, esto es, “ofrecer más calidad, no sólo en el producto sino en el servicio”, pensando en una clientela más selecta o “que valore más lo que ofrecemos”.
El daño de la crisis
No en vano, lo que sí asegura un buen número de establecimientos es que “la crisis que estamos viviendo ha hecho más mella que el propio Ikea”. “Más en Chiclana, donde la construcción se ha parado; si no se venden pisos, no se venden muebles”, comentan desde una empresa de muebles, donde también se resalta que “por esto muchas empresas hayan cerrado sus puertas en los últimos meses”.
La avenida del Mueble, junto con el polígono Urbisur, continúa su faena diaria esperando que nuevo clientes se acerquen a sus establecimientos. Mientras, como resaltan varias empresas, “con el concepto Ikea cuesta mucho competir. pero es la ley de la oferta y la demanda”.
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