Los padres de los dos menores con necesidades educativas especiales que acudían al centro escolar Tierno Galván y que solicitaron su traslado al centro de Afanas de la misma ciudad hablaron hoy en las puertas de la delegación con el inspector que ha estado llevando el caso de los dos niños. El técnico de la delegación provincial les informó que el informe de los dos menores- un niño con síndrome de down y una menor con una discapacidad mental leve- “ya está terminado, y sólo está a la espera del dictamen del delegado provincial de Educación, Juan Luis Belizón”.
Dichos padres solicitaron hace una semana una cita con el representante del Gobierno andaluz y por el momento no han tenido respuesta ninguna. “Hemos llamado todos los días a la delegación para recordar nuestra petición y aunque nos han atendido de manera muy correcta por el momento no nos dan fecha”.
Están desesperados esperando una respuesta de la delegación provincial, porque, según les han informado, “no hay ninguna ley, ninguna cláusula que diga que a mediados de curso no se puede realizar un cambio de centro”. Estos familiares manifestaron también su “tristeza porque se demuestra que no miran por la integridad de los niños, porque sabemos de buena tinta que en Afanas hay plazas y que están esperando a nuestros niños, porque nos han abierto las puertas desde el primer momento”.
Los pequeños dejaron de acudir al centro Tierno Galván el pasado mes de febrero, es decir, a mitad de curso, porque los padres consideraban, después de una serie de circunstancias que vivieron los menores que el aula específica no funcionaba como requerían los pequeños para salvaguardar su integridad. El claustro de profesores, después de la denuncia pública de los padres, ha expuesto en las puertas del centro un escrito donde se desmarcan de las críticas de los padres y defienden el trabajo que viene realizando la profesora de Educación Especial y la monitora del aula.
Las familias insisten en que en los menores durante estos meses en el colegio se ha percibido una serie de cambios como el desvelo nocturno o una conducta con ciertos matices de agresividad. Por eso, consideran que los pequeños tienen que “volver a su rutina, estar en un centro que propicie la integración de los niños y donde los padres estemos tranquilos”.
Por su parte, la delegación provincial de Educación manifestó que el “tema sigue abierto y la respuesta se tratará con los padres”.
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