La responsable de la campaña de Cambio climático y Transporte de Greenpeace, Sara Pizzinato, explicó ayer en rueda de prensa en Palma que la escocesa Cairn Energy, con licencia para buscar petróleo o gas en cinco áreas del golfo de Valencia denominadas Albufera, Benifayó y Gandía, y Alta Mar 1 y 2, buscará crudo hasta 1.400 metros de profundidad en esta zona.
Pizzinato recordó que hace menos de año y medio, British Petroleum (BP) realizaba exploraciones en el golfo de México a 1.500 metros de profundidad, cuando el pozo Macondo se averió con las graves consecuencias que dejó para la zona.
Además, la activista de Greenpeace señaló que las costas ya están afectadas por el cambio climático y dijo que los “riesgos económicos y medioambientales” de estas exploraciones que podrían comenzar en 2013 son “demasiado elevados”.
La organización ecologista ha advertido de que estos nuevos proyectos suponen riesgos de “vertido, incendios y contaminación” y que sectores “tan importantes” para la economía como el turismo o la pesca se verían “gravemente” afectados.
Las praderas de Posidonia oceánica, “uno de los seres vivos más grande del planeta”, serían las más afectadas en Baleares, señaló Greenpeace, que avisó también de las consecuencias en especies de mamíferos, atunes, diversidad de peces y tortugas bobba, que ya se enfrentan a graves problemas como “la urbanización del litoral o la sobrepesca”.
Así también, señaló que estas acciones que empiezan a cinco kilómetros de la zona protegida de la Albufera, de elevado interés ecológico y ubicadas frente a la costas de Valencia, afectarían también a las salinas de Ibiza y Formentera con “vertidos ocasionales o crónicos”.
En las salinas se encuentran un humedal de importancia internacional, un parque natural, de importancia comunitaria, y una zona de especial protección para las aves, y se verían dañados los 69 kilómetros de la costa de Formentera, que están amparados por diversas figuras de protección.
Además, la organización ecologista recordó que existe un corredor de migración de cetáceos protegido entre la costa de Valencia, de Cataluña y Baleares, especificado en el proyecto Mediterráneo, realizado por el Ministerio de Medio Ambiente, que señala la “prohibición de cualquier actividad relativa a exploración de suelo y subsuelo”.
Greenpeace destacó que estas exploraciones no garantizan que se vaya a encontrar petróleo en España, un país “pobre en hidrocarburos” y “rico en energías renovables”, y tendrían también un importante impacto sobre las zonas en las que se mueven los bancos de peces, por lo tanto afectaría al sector pesquero.
La activista de Greenpeace añadió que las licencias para exploración también afectarían a las costas de Tarragona, el mar de Alborán y la zona marítima terrestre en Tarifa.
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