A partir del lunes, las consultas de servicio público para conocer el estado de las carreteras o las incidencias en el tráfico se cobrarán a un precio similar al de una llamada de ámbito nacional y deberán realizarse a través del 011, en lugar del 900 123 505, que no tenía coste alguno para el ciudadano.
Según la DGT, el nuevo número, accesible desde todo el territorio nacional, más corto y fácil de recordar, permitirá costear el coste de la comunicación telefónica, que acarrea a Tráfico un gasto anual de un millón de euros.
Se han llegado a contabilizar 200 llamadas desde un mismo número de teléfono en un corto periodo de tiempo, situación que impide atender a las personas que verdaderamente lo necesitan.
El año pasado, la DGT recibió 2,2 millones de llamadas, en su inmensa mayoría -86 por ciento- pidiendo información sobre el estado de la circulación.
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