Claro que apuesto por centros sanos peatonales, si previamente se han estudiado flujos de tráfico con aforadores, si hay turistas a mansalva, universitarios, estudiantes y público que llene esas calles. Nada de eso hay en las aceras muertas de nuestro centro. Pura improvisación, por ejemplo viendo que Granada tiene su fundamentada web movilidadurbana.com, y Jaén un diagnóstico de un PGOU anulado. Allí cámaras de vigilancia, y aquí carteles anunciando cámaras que no existen. Allí señales fotoluminiscentes con letras grandes, y aquí pequeñas letras ilegibles de noche. Carteles que te dicen que a la catedral o al castillo se va por Roldán y Marín y luego está cortado. Lo peor los GPS, que expulsan al turista del centro porque los mete de bruces contra maceteros en plaza Constitución y, cuando a duras penas llegan por el único acceso legal subiendo calle Castilla, allí los GPS los sacan a la derecha a Córdoba. Si, preguntando, llegan a Eduardo Arroyo, incluso circulan en paralelo porque ni hay línea central que delimite carriles distintos, ni señales verticales que hagan entender que es doble sentido (ídem que en Bernabé Soriano). En Álamos, más minutos perdidos tras un bus urbano en su parada, allí obstaculizando, en vez de dársela unos metros antes en lo ancho. Llegar al descenso por la cuesta del Pósito supone desconocer, en curva, que es doble sentido, por ausencia de señal, además de carril obstruido por furgonetas de reparto, así como un paso de peatones semiborrado y sin señales verticales. Porque esa plaza era peatonal, motivo por el que un empresario alquiló un local para poner un velador y ahora le han chafado la inversión. Si hubiera un plan de ciudad, tampoco el hotel habría alquilado en Deán Mazas una decena de cocheras, imposibles de alquilar por la complicada accesibilidad narrada. Lo turistas entran al parking de la Constitución a masas, restándose también el Ayuntamiento ingresos en su parking de San Francisco. En el centro, retornar a la urbe obliga a dos kilómetros de más por la atascadísima Adarves Bajos. Y cabreo para los turistas que siguen las indicaciones a las avdas. de Granada y de Madrid que el Ayuntamiento ha puesto llevándolos, desde cuesta Alcantarilla, por carretera del colesterol, hasta el quinto pino de la rotonda del fútbol,allí perdidos en las afueras. Ocurre también que, si tienes la mala suerte de que se te rompe una caldera por la tarde, tus clientes tienen que pasar frío porque el mecánico no te lleva la pesada pieza porque dice que le multan por no entrar en horario, aunque la calle esté muerta y sin peatones. Intentamos todos hacer razonar a las máquinas cuales son sus horarios de avería. No es poner pegas ni oponerse, es sólo pedir que las cosas se hagan bien, porque lo caótico proyecta mala imagen al turista, y porque juegan con el devenir de las empresas del centro de Jaén, en tiempos muy complicados. Y solución a los GPS.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
