La mirada de un político se achina y chispea brillosa nada más intuir que conoces datos del último sondeo, qué empresa lo ha hecho, si han sido entrevistas personales o telefónicas, conocimiento y valoración de candidatos y, cómo no, intención de voto. Por supuesto, el "no se lo digas a nadie, que es muy confidencial..." pasa en diez minutos a oídos de decenas que, a su vez, se lo han dicho a cientos o miles unas horas más tarde. Denominadores comunes: "no me creo los datos, está cocinada; o esa empresa trabaja para el PSOE; o para el PP; o no está medido bien el voto oculto; o si estamos así con lo que ha caído...; o ni tanto ni tan poco y queda aún un mundo; o, total, las encuestas no aciertan ni una...". No hay cosa que a un político le guste más que cotillear datos filtrados de un sondeo y como las empresas lo saben y saben que la memoria es pez y pronto olvidan cómo la pifian una tras otra, pues repiten haciendo caja porque la cabra siempre tira al monte y por mucho que un león quiera hacerse vegano te morderá hasta el codo ante un filete chorreante de sangre... No ha hecho más que empezar el año y ya estamos con encuestas, más las que se harán para el 28F y otras tantas antes de verano a nivel local porque ya solo quedan algo más de dos años y hay que ir pulsando la opinión pública para manejar datos. Aunque sean mentira. Aunque la opinión pública no esté para ser pulsada.
PSOE. Rubalcaba y Elena Valenciano acompañarán a Susana Díaz en el acto público que el PSOE organiza el Alcalá de los Gazules para estos 27 y 28 de enero, organizado por el alcalde la localidad, Javier Pizarro, hijo de, con motivo del 130 aniversario de la agrupación socialista de esta localidad. Díaz, en plena campaña antes de anunciar su evidente intención de ser la gran jefa del socialismo español, contrarresta así el acto de Pedro Sánchez en Dos Hermanas donde, también este mismo sábado, se citarán los críticos al susanismo de la mano del alcalde de esa localidad, Francisco Toscano, que de este modo pretende hacer evidente un acto de fuerza en el corazón del socialismo andaluz como es Sevilla.
Del clan de Alcalá solo queda Luis Pizarro, padre de, activo en la vida política tras ostentar cargo público durante casi cuarenta años tras iniciar su andadura en el ayuntamiento de Cádiz como concejal en 1979. Aún siendo una institución en el partido por cuanto tan enorme trayectoria provoca extensa admiración entre tanto congénere proclive a mejorar la marca, complicado, ya no manda lo que mandó y es cierto que sus simpatías y buenas relaciones con Susana van por épocas. Unas veces mejor, otras peor, pero el caso es que es en su terruño donde congrega esta nueva puesta de largo que sumará afines y, anotado quedará en el libreto de ausentes, detractores, pues quien no acuda justificado habrá de tenerlo y, por supuesto, no aparecer en la lista que los espías harán de los asistentes al paralelo en Dos Hermanas. En Cádiz, salvo pequeños sectores de aquí o allá que no suman mucho, tres agrupaciones se presentan como unidas al factor Dos Hermanas: Chiclana, donde su alcalde es hoy un islote dentro del grupo de diputados y, según comentan con sarcasmo, "está en la fase de hacerse el importante para parecer que vale más de lo que vale...", El Puerto, que como lo hace todo al revés se equivoca hasta eligiendo bando y ya muchos se cuestionan si realmente es cierto todo lo que se cuenta de allí, y lo es, y Cádiz: ¿Irá Fran González a Alcalá? ¿Estará en Dos Hermanas? ¿Hará lo de tú a Boston y yo a California? ¿Se quedará en casa tapado con una manta con una repentina gripe para no señalarse? ¿Menguará como lo hace la agrupación del PSOE en Cádiz, donde ha propiciado un gobierno de Podemos que solo tiene enfrente al PP y el PSOE no es alternativa porque el debate hoy está entre Podemos y sus detractores, que se agrupan en torno al PP?
No significa, por otra parte, que todos los que vayan a Alcalá, que son mayoría, sean amigos: esto es el PSOE, partido que acuñó el término de "al suelo que vienen los nuestros". Les puede unir la enemistad al otro bando, el de Dos Hermanas, o la lealtad a su líder, pero en su día a día se alimentan de las propias. Un ejemplo es la creciente entre Ruiz Boix, alcalde de San Roque y vicepresidente primero de Diputación, con el delegado del Gobierno en Cádiz, Fernando López Gil. Entre ambos chirría hasta el aire; la jefa sabe porque le cuentan y por ello en un acto de cargos en San Fernando antes de Navidad, quizás, le cortó el paso a Gil cuando éste se dirigía a la mesa presidencial para sonrojo de él y asombro de los presentes. Y es rara esta inquina interna cuando la doctrina de Susana se basa en promulgar el amor, la confianza, la fraternidad y el respeto máximo entre compañeros...
En todo caso, y visto lo visto, un muro andaluz de hormigón armado con epicentro en El Cuervo y bidireccional hacia ambos lados de Lebrija, de ocho a diez metros de altura, con torretas de vigilancia y espinos a ambos lados, que delimite bien la frontera entre los dominios de Alcalá y los de Dos Hermanas y que sirva, ya puestos, para publicitar en él direcciones como la de la venta del pan de Las Cabezas, las mejores tapas de bares típicos en Semana Santa de aquí o allá, el camino más corto para llegar a Sanlúcar... Y, por supuesto, que lo paguen los sevillanos. Si se niegan le subimos el IBI de sus pisos en Chipiona o Rota, por ejemplo. Muro gordo y ya, envidia cochina para Donald.
PP. Como al gaviota team se le antoja todo y ha visto que su adversario de siempre se lo pasa genial con asaltos y muros, cultiva su propia inquina interna pero siempre teniendo en cuenta que estas cosas en el equipo azul son mucho más discretas, menos violentas. No es como en Podemos, a lo bestia y a tomar viento los famosos círculos de antes, o en el PSOE, tradicional y cíclico como los pestiños en Navidad. En el PP es más educado, aunque tiran a dar. Desde que Juan Ignacio Zoido es ministro por Cospedal, que desde el perdón por las víctimas del Yak-42 y el último reparto ministerial suma más poder contra un Javier Arenas al que casi ni se le ve y, de hecho, la pregunta satírica es "¿y a qué ministro ha puesto Arenas?", mira con detalle a Andalucía. Juan Manuel Moreno es como un verso suelto sostenido por Rajoy; Zoido, muy de Cospe, parece querer hacer valer su poder ministerial en el plano orgánico andaluz. Qué mejor manera sería convencer a Sanz de que de una vez por todas se sacuda su arenismo y mire más hacia adelante y menos hacia atrás... De momento el encontronazo entre ambos ha sido soterrado pero potente con la elección del subdelegado del Gobierno en Sevilla, pugna ganada por Zoido, dicen. Después de eso hay comentarios dentro del sector de Cospe en el sentido de que "si Sanz es listo, y nadie duda que lo es, sabrá dónde ponerse de ahora en adelante...".Otto es un restaurante-bar de copas en La Castellana 3 frente al Ministerio del Interior donde se cita, a veces, el poder sevillano en Madrid, cada día más numeroso, y, entre tintineantes copas de licores nobles divaga sobre por dónde elevar muros que protejan reinos, que cercenen pasos, que acoten poderes.
Topos. Dicho lo cual, lo habitual en todos los casos es elegir lado cuando se levantan muros. Por eso resultan detestables. No me gustan los muros. Ni los lados. Como a tantos otros que ante la disyuntiva se hacen topos; animales pequeños y voraces que viven en madrigueras, escavan túneles, son difíciles de atrapar y a quienes los muros les traen al fresco porque ni los más altos evitan que circulen cómodos por todos lados.
Bomarzo
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