Parece que el Arcos ha sido víctima de un conjuro maléfico a la hora de convertir los lanzamientos desde los 11 metros porque si no sería muy difícil entender cómo un equipo puede desperdiciar cinco penas máximas en menos de un mes: los dos primeros en un mismo partido fueron en casa frente al At. Central el 6 de febrero. Luego vinieron otros dos en choque ante el Torreblanca del pasado 27 de febrero y, esperemos que sea por última vez en esta temporada, en el partido de casa adelantado al sábado ante el U.P Viso, en el que con 0-1 para los sevillanos en el marcador -que se había adelantado en el minuto 15 por medio de Pablo, en un disparo de un compañero suyo que le llegó estando libre de marca dentro del área para controlar primero y marcar con la zurda a la izquierda de Kaski después-, volvió a errar un penalti por medio de Maqui. En esta ocasión ni siquiera tuvo que intervenir el portero visitante, ya que el balón se estrelló en el poste izquierdo de su portería y se perdió luego por la línea de fondo para berrinche y decepción de los seguidores locales, que no se explican cómo se puede tener tan mala fortuna o tanto desacierto desde el punto fatídico. Ver para creer.
El capitán del Arcos Maqui dio la cara en rueda de prensa convencido de seguir trabajando para revertir la situación.
El penalti fallado fue un golpe psicológico para los arcenses, que estaban llegando bien al área rival hasta ese momento a pesar del gol encajado. Con Zurdo en canalizador del ataque local y con José Antonio de ayudante de lujo por la banda izquierda, las llegadas al área rival se sucedían con profusión y peligro, pero faltaba el zarpazo definitivo para noquear al rival, que se defendía con orden y con mucho acierto por parte de sus dos centrales, que aguantaron el tirón serrano con entereza. El golpe del error del capitán dejó noqueado al Arcos porque a los dos minutos de la fatal jugada, casi vuelve a marcar el Viso en otra contra visitante precedida de una pérdida de Antonio Sánchez, una espada de Damocles que persiguió durante el partido al doble pivote arcense, al que los medias puntas rivales presionaban en una franja de campo muy peligrosa como para cometer errores perdiendo balones. Hidalgo fue al corte y su interceptación casi entra en la meta de Kaski en el 23’.
De todas formas, el Arcos seguía dominando y llevando la iniciativa del juego, superando claramente a un Viso al que apenas le duraba el balón en los pies y que facilitaba el ataque constante de los de Fran Garrido. El problema estaba en que arriba no se traducía en goles ese buen juego. Carretero la tuvo otra vez en el min. 34 a pase de Javi, pero no era su día y sí el del meta Melli, que rechazó de puños con firmeza y bien colocado en su palo. Un minuto más tarde era el central Jaime el que sacaba un balón desde la línea de gol y, en la misma jugada, Antonio Sánchez la tiraba al lateral del marco visitante. Los atacantes locales tenían la pierna encogida y el punto de mira equivocado, como si les pesara una invisible y pesada losa y con un miedo inmenso a fallar las ocasiones. Si no tampoco se entendería que en el min. 39, Maqui, un jugador que no perdona en las distancias cortas, golpeara en semifallo con la izquierda después de controlar el balón con el pecho perfectamente, que era lo más complicado de realizar en esa acción. De pesadilla.
El míster del Arcos Fran Garrido analizó la derrota de su equipo ante el U.P. Viso.
La película era de esas que hemos visto varias veces en el Antonio Gallardo esta temporada: precedido de un error propio desde el punto de penalti y aderezada con un gol en contra del equipo adversario que pone el partido tan cuesta arriba y empinado que resulta, si no imposible, muy difícil de superar si no estás fino a la hora de culminar los ataques y las llegadas al área contraria por muy claras que sean. La salida en tromba del Arcos en la segunda parte auguraba remontada y si el gol de José Antonio en el 47' hubiese sido válido en vez de ser anulado por dudoso fuera de juego, el panorama habría sido muy diferente. Un minuto después, Javi la rompía al primer palo rechazando de nuevo el héroe del encuentro, el portero Alejandro Barrera "Melli", que estaba en su tarde de gloria para hacer frente a todos los rematadores del Arcos, incluyendo a Jesús Barrera, que entró por Albino en el 56'. De todas las ocasiones que creó el Arcos en la segunda parte, puede que la más clara la tuviese Javi a centro de Zurdo, que en compañía de José Antonio hacía estragos por su banda, de lo mejor del Arcos en toda la tarde. Un balón de dulce para el 11 arcense no encontró puerta cuando parecía increíble no meterla en la jaula, hasta que en el 64 llegó la segunda contra letal de los albirrojos, que el recién entrado Baraja se encargó de convertir en otro aclarado de la zaga blanca, que dio excesivas facilidades al delantero visueño para establecer el 0-2 definitivo. Cuando no podía intervenir Melli lo hacía sus dos centrales: si Jaime sacó un balón de la raya en la primera parte, en la segunda le correspondió a Isma, que de cabeza impidió que el balón entrase a tiro de José Antonio.
Alberto González, entrenador del U.P. Viso, atendió a los medios en la sala de prensa del Antonio Gallardo.
Aunque el Arcos no se dio por vencido y siguió atacando con más corazón y amor propio que claridad y acierto en los últimos metros, el partido estaba prácticamente sentenciado. Incluso Baraja pudo marcar el tercero de los visitantes en el min. 75 con Kaski vendido. Jesús Barrera, a pase de Carretero, tuvo la que pudo acortar distancias en el 81', pero tiró a las manos del "internacional" Melli, que a esas alturas del partido les había comido la moral totalmente a los delanteros del Arcos. No era la tarde y por mucho que se intentase nada cambiaría.
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