Un Federer ausente y distraído arrancó la primera semifinal del 02 con una visible falta de la precisión a la que tiene acostumbrado a su público.
Su rival balcánico, con bastantes menos horas de descanso en el cuerpo que el helvético –concluyó su último compromiso de la liguilla ante el sueco Robin Soderling el viernes por la noche– proseguía con la racha óptima que le acompaña en este Masters.
Davydenko, semifinalista del Masters 2008 junto con Djokovic, encaraba su pulso con el número 1 con un cierto pasotismo y la misma calma que en sus anteriores partidos.
Ese escepticismo con el que la víspera hablaba de la semifinal con el suizo y con el que dejaba entrever que no había depositado demasiadas expectativas en su cara a cara con Federer quizá le hizo favores. Al menos, a un nivel psicológico.
Y es que Davydenko volvió a ser el oponente rocoso y tenaz capaz de sacar de quicio y que ha sabido ir haciendo sus deberes casi sin inmutarse.
La victoria con Federer tiene un gran valor para el ruso, que había perdido en los doce encuentros previos contra el suizo.
Cuestionado por este hecho, respondió: “Creo que eso es lo que todo el mundo me quería preguntar. Pienso que toda mi familia, todo el mundo que me apoya, esperaba esto, que pudiera vencer a Federer porque había vencido a todos los jugadores del top ten excepto a él”.
“Pensaba que quizás lo podría conseguir en el 2010, o en el 2011, pero que me pase en el 2009... es una buena sensación”, dijo.
El otro finalista, Del Potro
El argentino Juan Martín Del Potro, número 5, se clasificó para la final del Masters de Londres al ganar al sueco Robin Soderling, octavo del cuadro, que cayó en 2 horas y 11 minutos por 6-7 (1), 6-3 y 7-6 (3), en un duelo en el que el saque se convirtió en un arma decisiva.
El de Tandil remontó el primer parcial y echó del Torneo de Maestros a su rival escandinavo, el primer reserva de la competición ante la baja del estadounidense Andy Roddick.
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