Y es que los problemas extradeportivos están condicionando excesivamente al equipo jerezano, que no da una a derechas y que precisa un cambio de rumbo, con los que hay o con los que sea, pero un urgente cambio de rumbo antes de dilapidar las muchas ilusiones que existían cuando la competición arrancaba.
¿El partido? Manu Barreiro llevó la expectativa en el minuto seis, pero su remate se fue desviado y, poco a poco, los jóvenes jugadores locales comenzaron a tomar el mando del choque. El centro del campo jerezano no existía y ahí es donde los de Manolo Requena ponían orden y concierto. Matías Alonso puso a prueba a Alberto, pero el meta palaciego ya no pudo parar en una acción en la que Cristián del Moral desbordó por su banda, ganó la línea de fondo y sirvió el balón a Pedro Barranco que marcó y comenzó el declive definitivo del Industrial.
Tras el descanso Adrián Martín estrelló el balón en el palo, pero cuando a un equipo le vienen mal dadas las cosas, todo le sale mal. Y es que del posible 1-1 se pasó al 2-0. Era el minuto 7 cuando Rojas marcaba tras acción de estrategia.
Ya no había partido. Moralmente el equipo industrialista se venía abajo. Orife había sustituído a Manu Barreiro y Rafa Caro y Adrián Gallardo salieron para intentar darle más mordiente al equipo, a fin de buscar el milagro del empate.
Pero no llegó. Lo que llegó fue el tercer tanto murciano, obra de Manu Trigueros en el minuto 81 de partido.
Un mal resultado, otro paso atrás y habrá que ver las decisiones que se toman esta semana, porque el ambiente está calentito tanto dentro como fuera del vestuario.
Ayer se supo que Vázquez quiere dejar la capitanía y los problemas se acumulan ya que el equipo también ha entrado en una espiral negativa que parece difícil de parar
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