Las obras de urbanización han hecho que se fundan en una sola la Alameda General Pidal y la Plaza del Carmen. Las obras avanzan de forma rápida estos días y ya se ha colocado la solería en el 75 por ciento de la plaza, cubriéndose la zona de la iglesia, donde estos días se ultima el encintado con mármol blanco.
La plaza, en su conjunto, tiene una superficie rectangular de 3.400 metros cuadrados sobre la cual se está desarrollando un proyecto de remodelación en el que se ha priorizado el respeto por la estructura general de la misma. Así, se mantendrán en el diseño dos zonas con pérgolas y el arbolado de la especie buganvilla, al tiempo que el arbolado que ha sido suprimido a petición del Ayuntamiento, será repuesto o trasladado a otra ubicación en la plaza, respetando así el número de árboles existentes en el momento de iniciarse las obras en la zona.
Además, el proyecto incluye la reorganización de los parterres existentes de forma que se optimice la zona verde en relación con el espacio de terrazas del sector hostelero que ya el pasado mes de julio denunciaron el parón en las obras por la indefinición del Ayuntamiento en el proyecto de la plaza.
Las obras incluyen la pavimentación con cambio de solería y la reposición del mobiliario urbano. Al mismo tiempo, se mantendrá la iluminación existente de la fachada de la iglesia, y se sustituirá la de las fachadas de la plaza por otras ubicadas en los parterres. Por último, se acondicionará el drenaje de la plaza con la sustitución de las rejillas necesarias y con la limpieza de los pozos existentes y se realizará un acondicionamiento del riego en interior de parterres.
La pérdida del arbolado perimetral de la Alameda General Pidal ha sido acogido con sorpresa por vecinos y por cuantos han podido ver las obras que se ejecutan.
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