Pero éste no debe ser sólo un trabajo de la Junta, aunque tal vez liderado por ella, sino de todos los partidos, sindicatos y la sociedad jerezana en general y en base a un trabajo serio y responsable que aporte ideas y posibilidades concretas y realizables. No se trata, por tanto, de buscar propuestas llamativas, como la de cambiar el PGOU, cuando lo cierto es que el propio Plan General recoge ya que cualquier recalificación de estos terrenos debe pasar por el mantenimiento de la actividad industrial, sino alternativas viables que ayuden a dar esa imagen de unidad que necesita la ciudad, y sobre todo los trabajadores, de que cualquier decisión que no sea seguir con los planes previstos de instalar una nueva planta va a chocar de pleno con toda la ciudad. Y es que empezar ahora a dar una imagen de división o de enfrentamiento político es, simplemente, hacerle el juego a los intereses de Saint Gobain-Vicasa.
Por eso, es necesaria esta unidad y por eso es deseable que sea la Junta quien no sólo se sume a esta propuesta sino que también dé un paso en firme en este problema y presente sus propias alternativas, porque todos deben saber que el futuro de las 250 familias que dependen de la fábrica de botellas está en manos de esa estrategia común que reclama Jerez.
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