La Virgen salió a las 20.20 horas de la Iglesia de La Merced, con veinte minutos retraso sobre la hora prevista. No obstante, este tiempo sirvió para que la plaza fuera cogiendo color tanto de devotos a María como de olor a incienso. La cruz de guía flanqueada por dos faroles se posó en el dintel de la puerta de la Iglesia para dar paso a la comitiva que acompañaba al Amor Hermoso. La Señora salió a los sones de la marcha Capataz gaditano, interpretada por la Banda de Música Nuestro Padre Jesús Nazareno de San Fernando, que ya acompañó a María Santísima de la Esperanza en la salida procesional del pasado Miércoles Santo.
El paso de la Virgen del Amor Hermoso iba exornado con rosas blancas que hacían resaltar aún más sus grandes y penetrantes ojos verdes.
La comitiva llegó de vuelta al templo sobre las 23.30 horas y, aunque evidentemente las otras dos citas que se estaban produciendo en la ciudad a esa misma hora restó público al acontecimiento, la Señora no regresó sola.
Predominó una vez más la escasa colaboración del barrio, como viene siendo habitual en el plano estético. Pocos balcones engalanados para la ocasión, aunque Ella lo llenó todo con su presencia.
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