Durante el primer semestre de 2017, Abengoa ha registrado ventas de 691 millones de euros (casi la misma cifra que los 688 millones del primer semestre de 2016, cuando la empresa estaba aún en precomncurso) y un beneficio bruto de explotación (ebitda, beneficio antes de impuestos, intereses y amortizaciones) de 16 millones de euros, una importante mejora en rentabilidad respecto a las pérdidas de 59 millones de 2016 y que es debida principalmente a un gran esfuerzo en reducción de gastos generales. Entre ellos están los cientos de despidos realizados por la compañía. Estas cifras excluyen el impacto de la actividad de bioenergía y de las concesiones de las líneas de transmisión de Brasil, que se presentan como resultados procedentes de operaciones discontinuadas.
En relación a la sentencia que da la razón a la mayoría de los acreedores que impugnaron el acuerdo de reestructuración que evitó la entrada en concurso de Abengoa en noviembre pasado, la empresa asegura que el impacto máximo será de 72 millones en caso de tener que devolver la inversión que realizaron en bonos de la empresa. Pero la sentencia tiene aún que se aclarada por el juez de lo Mercantil de Sevilla que la dictó.
Durante los seis primeros meses del año, Abengoa ha incurrido además en gastos relacionados con el proceso de reestructuración financiera de, entre otros, provisiones de coste de construcción y servicios profesionales independientes por importe de 101 millones de euros. Excluyendo estos gastos no recurrentes, el ebitda habría ascendido a 117 millones de euros, una mejora significativa respecto de las pérdidas de 59 millones registradas durante el mismo periodo de 2016, según destaca la empresa en un comunicado
El resultado neto ascendió a 4.906 millones de euros, debido principalmente al beneficio no recurrente por importe de 5.814 millones de euros recogido en la cuenta de resultados derivado de la reestructuración financiera.
La reestructuración financiera ha implicado una reducción significativa en el endeudamiento financiero bruto consolidado de la compañía, que ha pasado de 12.258 millones de euros a cierre del ejercicio 2016 a 5.578 millones de euros a 30 de junio de 2017. De estos 5.578 millones de euros de endeudamiento financiero bruto, 2.065 millones de euros corresponden a deuda de sociedades clasificadas como mantenidas para la venta.
Por segmentos
Las ventas en la actividad de ingeniería y construcción, la principal del grupo, alcanzó 606 millones de euros y un ebitda de -42 millones de euros, frente a 615 millones de euros y -105 millones de
euros respectivamente en los seis primeros meses de 2016. Esta disminución en ventas se atribuye principalmente a la fuerte limitación de recursos financieros a la que lleva sujeta la compañía durante más de año y medio, con la consecuente ralentización en el desarrollo del negocio, especialmente proyectos en Norteamérica y Sudáfrica. No obstante, el incremento en actividad de negocio en Sudamérica y Oriente Medio ha ayudado a aliviar el impacto negativo de otras regiones.
A pesar de estar inmersa en la finalización de su proceso de reestructuración financiera, la compañía ha conseguido la contratación de nuevos proyectos por valor de 761 millones de euros en Marruecos, Arabia Saudí, Chile, Argentina, Reino Unido y Bélgica, entre otros. Teniendo en cuenta estas contrataciones, la cartera de ingeniería y construcción a 30 de junio de 2017 asciende a aproximadamente 1.909 millones de euros.
lPor su parte, Las ventas de la actividad de infraestructuras de tipo concesional alcanzaron 86 millones
de euros y un ebitda de 58 millones de euros en el primer semestre, comparado con 73 millones de euros y 46 millones de euros en los seis primeros meses de 2016. Este aumento se atribuye, principalmente, a los ingresos de la planta termosolar Khi en Sudáfrica que entró en operación a finales del ejercicio 2016, así como a mayores rendimientos en determinados activos concesionales como la planta solar SPP1 en Argelia.
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