Andalucía

Una enmienda, única salida para Díaz en la votación del 1-0

Ni la presidenta ni su portavoz desvelaron ayer el sentido del voto de este jueves. El PSOE no quiere abrir brecha con Ferraz pero tampoco molestar a Ciudadanos

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  • Díaz y Marín en San Telmo -
  • La solución es intentar remendar de alguna forma la proposición no de ley de Ciudadanos

Difícilmente podía imaginar Susana Díaz que defender este jueves en el Parlamento andaluz el discurso que ha enarbolado en los últimos años sobre el modelo territorial de España le iba a obligar a ensayar una triple pirueta con resultados aún inciertos. La presidenta de la Junta ha sido siempre diáfana cuando se le ha interrogado sobre la deriva secesionista de Cataluña: no rotundo a cualquier aventura independentista e incluso a movimientos que sin llegar a esos extremos también pusiesen en jaque la igualdad entre ciudadanos y la solidaridad entre regiones.

Tan convencida ha estado siempre de eso que incluso le ha granjeado soportar la etiqueta de encarnar “a la derecha del PSOE”, más aún cuando se disputaba el poder de Ferraz con Pedro Sánchez, más partidario de fórmulas difusas y arriesgadas como la de la plurinacionalidad o la nación de naciones que tanto irritan al PSOE andaluz. Díaz no se ha movido un centímetro de sus tesis pero, paradojas, ratificarlas esta tarde en el Parlamento andaluz le obliga a un increíble salto mortal que puede dejar damnificados por el camino.

La madre de todos los conflictos se llama proposición no de ley de Ciudadanos. Es la misma que el partido de Albert Rivera ha llevado a todas las instituciones del país en las que tiene representación y con la que pretende respaldar al Gobierno, a los jueces y al resto del Estado en su batalla legal contra el órdago independentista del referéndum catalán. Un calco de esa iniciativa intentó pasar el corte de la votación en el Congreso de los Diputados pero Cs naufragó, entre otras cosas porque la bronca casi personal entre Albert Rivera y Pedro Sánchez acabó en voto negativo del PSOE.

Esa guerra nacional entre partidos entra ahora en el Parlamento andaluz, pero con el ingrediente adicional de que si PSOE y Cs se niegan el pan y la sal en Madrid al sur de Despeñaperros son aliados íntimos. El grupo de Juan Marín, por ejemplo, le aprobará en unas semanas por tercera vez consecutiva los Presupuestos a Susana Díaz tras ceder ésta en la erradicación del Impuesto de Sucesiones para las clases medias, la gran ofensiva de Cs desde que debutó en la Cámara allá por 2015. 

Díaz está pues entre dos fuegos: si vota sí a la proposición será consecuente con su propio discurso y con sus socios de investidura, pero abrirá otro cisma con Pedro Sánchez, que el lunes ordenó a sus federaciones hacer justo lo contrario votando no. Si secunda a su secretario general será leal con Ferraz pero tendrá dos problemas: enemistarse con Cs y figurar además de la mano en el bloque de Podemos e IU, a los que prefiere no ver ni en fotos.

Enmiendas calculadas

Tan enredado está el PSOE que ni Díaz desde Lisboa ni su portavoz parlamentario, Mario Jiménez, se atrevieron este miércoles a desvelar cuál será el movimiento calculado que les permita caminar sobre las ascuas sin quemarse. Lo que deslizaron los socialistas es que tratarán de presentar una enmienda in voce (el plazo para hacerlo por escrito ya venció) que complementará a otras dos registradas. El reto ahora es hilar tan fino como para evitar dar el respaldo explícito a la propuesta de Cs, contentando así a Ferraz, pero con un texto lo suficientemente ambiguo como para que Marín lo acepte. Toca equilibrismo y negociación.

Dos añadidos que será aceptados

El PSOE ya presentó en su momento dos enmiendas  a la proposición no de ley de Cs, una para mostrar apoyo a los alcaldes y concejales que defienden la legalidad constitucional en Cataluña y otra para arropar a los andaluces que viven en esa comunidad. Marín adelantó este miércoles que no habrá problemas en aceptarlas, pero no son ni por asomo la solución sino meras cuestiones tangenciales. La clave es si habrá o no visto bueno al cuerpo de la iniciativa.

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