Según informó la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en un comunicado, el perímetro del incendio está "totalmente rodeado y no se va a extender más", y en adelante las tareas de extinción se centrarán en el refresco de los puntos calientes del interior de dicho perímetro, hasta el definitivo control del incendio.
Las condiciones metereológicas, con rachas de viento de levante de hasta 45 kilómetros hora, son desfavorables para estos trabajos, aunque no obstante, la evolución positiva de los trabajos permitió rebajar el nivel del incendio al mínimo --nivel 0-- al no haber ya riesgo de afección para las zonas urbanizadas.
En las tareas de extinción trabajaron hoy tres técnicos, junto con 35 especialistas de extinción, tres vehículos autobomba, dos vehículos de maquinaria pesada, la Unidad Móvil de Meterología y Transmisiones (UMMT), la Unidad de Análisis y Seguimiento de Incendios Forestales (UNASIF), así como un equipo sanitario y un total de diez aeronaves (tres helicópteros de gran capacidad, cuatro helicópteros de transporte y extinción, dos aviones anfibio y un avión de coordinación y vigilancia). Asimismo, apoya los trabajos un batallón de la Unidad Militar de Emergencias.
La superficie afectada alcanza las 290 hectáreas de matorral, alcornoque y eucaliptar, según las estimaciones en la zona y pendiente de medición final. Las causas del siniestro permanecen en proceso de investigación, a cargo de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF).
Como consecuencia del rápido avance de las llamas tuvieron que ser desalojadas en la tarde de ayer 700 personas del Hotel Atlanterra y de sus viviendas, quienes fueron autorizadas a volver a sus alojamientos en torno a las 21,30 horas de ayer.
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