A las 11.30 horas llegaban Don Felipe y Doña Letizia y tras recibir los honores de ordenanza a los sones del himno nacional, pasar revista al batallón y saludar a las autoridades civiles y militares presentes, el príncipe entregó los despachos a los números uno de la promoción y les impuso la Cruz al Mérito Naval como recompensa a su brillante expediente academico.
En este curso se han ganado ese honor el sargento de Infantería de Marina, Francisco Quintana Gambero y el sargento del Cuerpo General de la Armada, Sergio Óscar Tuero Sanz.
Los dos recibieron posteriormente el sable que cada año entrega la Diputación Provincial de Cádiz, en la persona de su presidente, Francisco González Cabañas, aunque después de que las autoridades presentes entregaran los despachos al resto de los 182 nuevo suboficiales.
En esta promoción de la Armada han cursado estudios 17 damas alumnas -según la información macilitada por la Esubo-, que supone el 9,2 por ciento, que acceden al Cuerpo General en las especialidades de Administración (7), Artillería y misiles (1), Comunicaciones (1), Electricidad (1), Maniobra y navegación (3), Mecánica (1) y Sónar (2), además de una mujer en el Cuerpo de Infantería de Marina.
Estadísticas
La edad de los nuevos sargentos oscila entre los 25 y 34 años, resultando una media de 31,3 años, con un tiempo de servicio de alrededor de nueve años. En la promoción predominan los alumnos gallegos, un 35,7 por ciento, seguidos por los andaluces con un 28,1 por ciento y un 10,3 por ciento de murcianos. Del resto del territorio nacional procede el 25,9 por ciento y un uno por ciento del países que mantienen un vínculo especial con España, como Venezuela y Perú.
Por provincias es La Coruña la que aporta más alumnos, con un total de 51, seguida de Cádiz, con 37, Murcia con 19 y Madrid con un total de nueve.
El acto de entrega de los reales despachos a la septuagésima primera promoción de la Escuela de Suboficiales de la Armada tenía un significado especial para todos los alumnos y sus familiares, obviamente, pero de manera muy particular para el comandante director, capitán de navío Jesús Bernal García, quien será relevado en el cargo el próximo día 13 de julio después de haberlo desempeñado desde el 6 de julio de 2006.
La despedida
Fue él el único que se dirigió a los nuevos sargentos en una alocución que no se salió del guión marcado a pesar de esa circunstancia especial, transmitiendo el último consejo a quienes a partir de ahora toman el mando y tienen la obligación de dar ejemplo a sus subordinados, que es para lo que han sido entrenados.
Bernal García dijo que los 184 sargentos que acababan de recibir sus despachos “han hecho méritos suficientes para ostentar, sobre sus hombreras, las nuevas divisas que les distinguen como tales” y para ellos llegó el momento de “largar amarras después de dos años de dura travesía y de salvar los numerosos escollos que se os ha podido presentar”.
“Ya es tiempo de iniciar una nueva singladura, con nuevas responsabilidades, nuevos retos y nuevos compromisos, que tendréis que asumir con el convencimiento de que podréis llevarlos a cabo con total garantía de éxito, pero también es necesario que tengáis presente que habéis alcanzado el primer objetivo, de los muchos que os quedan por alcanzar en vuestra joven carrera que hoy comienza”.
El director de la Escuela les dijo que han recibido una “sólida” formación académica, profesional, militar física, que promueve, entre otros, valores como el esfuerzo, el afán de superación, el espíritu de sacrificio, el liderazgo, el trabajo en equipo y el compañerismo. Y les dijo que tendrán que echar mano de una “cualidad fundamental que os ayudará a resolver los múltiples problemas que se os presentarán tanto en vuestra vida personal como profesional; y esta es la voluntad”.
Usar los conocimientos
“Tened siempre presente esta calidad, fomentadla y haced que ella se convierta en el motor de vuestras vidas, porque os hará falta aplicarla en vuestro escenario habitual de trabajo, nuestros buques y unidades, donde la convivencia es tan estrecha que la vida profesional a veces se entremezcla con la vida privada. Y esta es la razón por la que a bordo debe imperar la voluntad individual para ejercer la tolerancia, el respeto al compañero y al subordinado, la lealtad, la confianza, la integridad, la honestidad, la sana competencia, el entusiasmo, y la cortesía”.
También se refirió el comandante director en esta última intervención al “espíritu de compañerismo”, que consideró “condición necesaria e imprescindible” para hacer posible, la convergencia de esfuerzos y voluntad hacia un mismo fin que es el trabajo en equipo, “principio fundamental en nuestra profesión militar”.
Despedida a los ausentes
Bernal García no quiso finalizar sus palabras “sin despedirme, animar y felicitar a los sargentos alumnos que acaban de finalizar su primer curso escolar y desearles el ánimo, el trabajo y la constancia necesaria para superar la fase de formación técnica que les queda en las diferentes Escuelas, para poder lucir con orgullo, el próximo año, y en este mismo escenario, el galón de Sargentos d la Armada”.
Por último, recordó al capitán de navío Juan Luis Cervera Govantes, que durante estos últimos años ha sido profesor e impulsor de la vela en esta Escuela, y que a finales del mes de abril desapareció en aguas del Mar de Alborán, cuando regateaba a bordo del velero Betelgeuse, así como al sargento alumno Christian Fidalgo Heras que un desgraciado accidente ocurrido en el mes de diciembre de 2008, “nos privó de su presencia, de sus excelentes cualidades humanas; no cabe duda que en el homenaje realizado hace unos instantes los hemos tenido muy presentes en nuestro pensamiento, y los seguire os teniendo a lo largo del tiempo”.
Ese homenaje al que se se refería el todavía comandante-director de la Escuela de Suboficiales de la Armada no era otro que la ofrenda a los caídos, el más emocionante de la ceremonia que cada año se desarrolla en el patio de armas del estamento militar.
Tras la ceremonia, que se cerró con el desfile de la Fuerza, tuvo lugar la foto de todos los nuevos sargentos con los Príncipes de Asturias, antes de servirse una copa a los asistentes en los jardines de Cristóbal Colón. Y antes del final, el abrazo de los nuevos sargentos a sus familiares que siguieron la ceremonia, como en los últimos años, con viento de poniente.
El guión y estandarte del Príncipe avisa que está en la ciudad
El guión y estandarte de Su Alteza Real el Príncipe de Asturias ondeó en la Casa Consistorial con motivo de la visita a San Fernando del heredero de la Corona, Don Felipe de Borbón, Príncipe de Asturias.
Este guión, aprobado por RD 284\2001, de 16 de marzo, ya ondeó por primera vez el pasado 24 de Septiembre y es la intención del Ayuntamiento izarlo cada vez que SAR el Príncipe de Asturias se encuentre en el término municipal. Igualmente se procederá con el Rey Don Juan Carlos I, enarbolando el Guión y Estandarte del Rey de España.
El Guión encargado por el servicio de Protocolo municipal y confeccionado en tafetán para la visita de los príncipes el pasado 24 de Septiembre, ondeó desde el lunes y hasta el martes, -una vez que finalizó la visita de los príncipes- en el mástil de honor instalado en el cuerpo del reloj de la Casa Consistorial isleña “símbolo de la presencia del heredero de la Corona en el territorio del término municipal y como casa de todos los isleños que les abren sus puertas”, explicó el delegado de Presidencia, Francisco Romero. "Igualmente, es un símbolo de la vinculación de San Fernando con la Corona a lo largo de la Historia”.
El guión del Príncipe y el del Rey tienen en común la inclusión del escudo de España y un orlado con el Toisón de Oro, máxima condecoración de la Casa Real. Existen asimismo elementos diferenciadores como es, en el caso de SAR, la presencia de la corona de príncipe y el denominado lambel, la letra E invertida, como distintivo de que se trata del heredero de la Corona.
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