La economía española se asoma ya a la recesión al haber registrado entre julio y septiembre su primer decrecimiento en quince años, una caída del 0,2% que según la mayoría de las previsiones se repetirá o incluso empeorará en los próximos trimestres hasta al menos la mitad de 2009.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó ayer el indicador adelantado del Producto Interior Bruto (PIB) en el tercer trimestre, según el cual se produjo esta caída intertrimestral de dos décimas, lo que llevó el crecimiento interanual de la economía al 0,9%, la mitad que en el segundo trimestre.
El INE confirma así la previsión que a finales del mes pasado hizo el Banco de España, que señaló que esta caída no sólo se debió a la fuerte moderación de la demanda interna, sino que también ha sido clave la persistencia de la inestabilidad en los mercados financieros.
Desde el PP, su portavoz de Economía, Cristóbal Montoro, consideró que España sufre ya una “recesión de caballo” al registrar la caída “más grave de la historia de España” en términos de pérdida de puestos de trabajo.
Según la mayoría de los teóricos económicos, un país entra en recesión técnica cuando su PIB registra dos caídas trimestrales consecutivas. En recesión está ya la eurozona, ya que como confirmó hoy la estadística comunitaria (Eurostat), el PIB del área de la moneda única cayó el 0,2% entre julio y septiembre, igual que sucedió entre abril y junio.
Entre los países que acumulan ya dos trimestres negativos de caídas están Alemania e Italia, y aunque en España se trata del primer decrecimiento, todas las previsiones apuntan a que la economía española seguirá cayendo en los próximos trimestres.
Así, varios analistas consultados por Efe consideran que España acaba de entrar en una fase recesiva que durará al menos hasta mediados del año que viene.
Los expertos creen que a la economía española le esperan al menos otros tres trimestres de decrecimiento, hasta la primera mitad de 2009, aunque algunos como Carlos Maravall, de Analistas Financieros Internacionales (AFI), creen que los periodos de caída serán cinco, incluido el tercer trimestre del año que viene.
Maravall señaló que el esperado ajuste de la actividad en España está siendo menos intenso que en otros países, lo que demuestra en su opinión que el control del sistema financiero español ha permitido que el resultado no sea tan adverso. La idea de que España capea mejor el temporal no es compartida por el profesor del IE Business School Juan Carlos Martínez Lázaro, para quien el hecho de que se haya iniciado la caída más tarde se explica sólo por una cuestión de “inercia”, debido a que el crecimiento de este país había sido mayor que el de otros en los últimos años y por eso ahora tarda más en caer.
Además, en su opinión, España se enfrenta a mayores problemas dada su dependencia de financiación del exterior, difícil de conseguir en este momento de restricción internacional del crédito.
A la espera de que el INE desglose los datos el 19 de noviembre, cabe recordar el análisis del Banco de España, que señala que las implicaciones de la crisis financiera sobre las condiciones de financiación y sobre la confianza ha contribuido a “frenar el avance de la actividad” e incluso han “inhibido” aún más el crecimiento al agudizarse en las últimas semanas del trimestre.
El decrecimiento registrado entre julio y septiembre supone el primer registro intertrimestral negativo de la economía española desde el segundo trimestre de 1993, en el que el PIB cayó el 0,3%.
También hay que remontarse a 1993 para encontrar el primer decrecimiento interanual de la economía, que fue en el cuarto trimestre y de tres décimas. Además, desde ese año no se ha registrado un avance interanual tan bajo como el de el tercer trimestre.
De la Vega dice que “nos toca vivir tiempos difíciles”
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, advirtió ayer de que España “difícilmente puede evitar el empeoramiento económico”, un deterioro que, no obstante, calificó de “coyuntural”.
“Vivimos una coyuntura económica derivada de una crisis internacional que afecta a todos los países de nuestro entorno”, señaló De la Vega, que recordó que ya hay varios países europeos en recesión o con datos negativos del PIB. La vicepresidenta insistió en que el Gobierno está tomando medidas para proteger a “los trabajadores, los ahorros, los ciudadanos y el tejido productivo”. Añadió que “nos toca vivir tiempos difíciles” pero se mostró convencida de las medidas adoptadas tendrán sus efectos.
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