Abengoa tiene aún un proceloso camino por recorrer, burocrática y judicialmente, antes de salir definitivamente del preconcurso y tras haber logrado alcanzar el suficiente respaldo de sus acreedores para solicitar al juez de lo mercantil número 2 de Sevilla una prórroga de hasta siete meses para seguir negociando. El magistrado Pedro Márquez, juez de refuerzo de este juzgado, ha admitido a trámite esta petición de tiempo adicional, tras constatar que el preacuerdo alcanzado por Abengoa y sus principales bancos y bonistas había logrado adhesiones del 75% de los acreedores financieros. La deuda de Abengoa era de 16.627 millones a cierre de 2015, de los que 9.000 está en manos de bancos y bonistas. ¿Qué queda ahora por delante?
Básicamente, un plazo de entre tres y seis meses para que la empresa pueda salir de la situación preconcursal, lo que sitúa la solución definitiva como pronto en julio y como tarde en septiembre u octubre, según fuentes de la banca acreedora. Por eso la prórroga solicitada se extiende hasta el 28 de octubre. El juez tardará unos días en autorizar -lo que parece que será lo más probable- ese tiempo extra para seguir negociando.
Tras ello, en primer lugar la empresa, los bancos y los bonistas deben desarrollar en detalle el preacuerdo básico al que se llegó a inicios de marzo. Este preacuerdo recoge sólo los puntos básicos clave: quién aporta nuevos fondos y avales por 1.200 y 800 millones, respectivamente; quién refinancia 500 millones en créditos concedidos desde que entró en preconcurso en noviembre; y qué quita (perdón) acepta cada acreedor.
En función de cada punto, los bonistas tomarían el control con el 55%; la banca asumiría el 40%; y los accionistas actuales, el 5% restante.
En segundo lugar, ese documento completo y ya desarrollado al detalle debe de recibir a su vez el respaldo, de nuevo, del 75% de los acreedores financieros. También sería deseable, pero no necesario legalmente, incluir en el acuerdo final a los proveedores, a los que se les deben casi 4.400 millones.
Junta general
Abengoa dijo ayer que quiere que estén también incluidos. Y algunos de ellos deberán de apoyarlo, ya que el acuerdo definitivo que reúna de nuevo ese apoyo del 75% de los acreedores financieros deberá luego de recibir también la aprobación de ese mismo porcentaje del conjunto de acreedores -lo que deberá incluir a suministradores- antes de llevarlo de nuevo al juez. En tercer lugar, será el magistrado quien homologue el nuevo acuerdo pormenorizado y levante el preconcurso.
Por último, la propia Abengoa deberá de convocar una junta general de accionistas para aprobar también los términos de ese acuerdo; el nuevo reparto de capital; y el probable nombramiento de una nueva cúpula directiva.
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