Todo un éxito y van ya cuatro años de recreación de un hecho histórico para el pueblo de La Peza. El fuego contra los franceses y el gran cañón fueron dos de los protagonistas de la recreación del alcalde carbonero en una tarde soleada y que acompañó a una fiesta que va camino de convertirse en de Interés Turístico de Andalucía. No en vano, este año todos los vecinos y vecinas de La Peza, municipio de unos 1.400 habitantes, recrearon ayer desde las seis de la tarde, el alcalde carbonero que ya se hiciera con mucho éxito en 2010, cuando se cumplían 200 años y también en 2012 y 2013. Como era de esperar, La Peza recibió la visita de cientos de turistas que, cámara en mano y con cierto miedo por los continuos “cañonazos”, no quisieron perderse tan singular evento y fotografiarse con los enemigos, los franceses.
La historia cuenta que el alcalde de la localidad, Manuel Atienza, levantó al pueblo en armas en cuanto conoció la aproximación del ejército galo a La Peza, procedentes de Guadix. El municipio contaba tan sólo con un cañón en el que se introdujo toda la munición posible y tras la explosión, murieron numerosos soldados franceses.
La resistencia duró poco tiempo y, finalmente, Manuel Atienza, al ver la proximidad de la rendición, se tiró al barranco conocido como el Tajo de Barruecos.
La respuesta de los vecinos y turistas ante esta recreación histórica y cultural es enorme y sin duda, merece la pena visitar la localidad en este día tan especial para los lapeceños.
Todo el pueblo se echó a la calle para, entre ropajes y utilería propios de principios del siglo XIX, y sobre todo mucho ambiente festivo, recrear la batalla del Alcalde Carbonero tal y como la retratara Pedro Antonio de Alarcón. El municipio de La Peza recrea este relato que para sus habitantes es seña de identidad, transmitido en la mayoría de los casos oralmente. Todos los vecinos de La Peza conocen y recrean a través de la emoción un momento de nuestra historia. Hombres y mujeres valientes defendieron su pueblo, y recordarlo supone una fiesta total. La participación e implicación de los vecinos impresiona por su generosidad y sirve como punto de interés para la comarca y la provincia y como dinamización social y cultural del municipio.
La recreación comenzó a las diez de la mañana del sábado con el prólogo Preparando la batalla en el que las mujeres aprovisionan las inmediaciones de la Iglesia de Nuestra Señora de la Anunciación como hospital de campaña, con juegos y canciones infantiles.
A las once de la mañana se hizo la salida a la sierra para la recreación de las escenas costumbristas. Fue a las seis de la tarde, cuando el pregonero, junto con el al aguacil y los tamborileros, invitaron a todos los vecinos a acudir a la plaza del Ayuntamiento. Dieron comienzo desde los Cañillos, los pasacalles de Manuel Atienza, el Alcalde Carbonero que plantó cara a las tropas francesas de Napoleón en 1810.
El Ayuntamiento de La Peza promovió como novedad este año un cortometraje, que se proyectó en la plaza al final de la recreación, en el que queda reflejado el epílogo de esta batalla apuntado por Pedro Antonio de Alarcón en El carbonero alcalde, su narración del hecho histórico.
A las siete los hombres y mujeres de confianza de Manuel Atienza dieron aviso de la llegada de los franceses, tras lo cual el AlcaldeCarbonero llamó desde el balcón del Ayuntamiento al grito de “¡Lapezanos! ¡Todo el que pueda luchar que me acompañe… Y cada uno a su puesto!”.
Tras este primer acto denominado El pueblo tienen lugar La bendición cuando todos junto al alcalde se dirigieron al campo de batalla. El tercer acto era el denominado La batalla. En la Huerta del Pañero el cañón estaba preparado y el pueblo esperó la señal. Hubo escaramuzas de ataque y retroceso, el pueblo se dividió y se abrió fuego con los fusilamientos y raptos.
Este hecho lo conmemoró la Asociación Caecilia y la Asociación H. C. General Reding en el año 2010, en colaboración con los voluntarios de la Batalla de Bailén que hicieron de malos franceses.
Hace unos 200 años los vecinos del pueblo capitaneados por el “Alcalde-Carbonero” emboscaron a las tropas francesas derrotándolas y cerrándoles el paso a Granada por el Camino Real. Este acto de valentía popular y sus ingeniosos métodos de guerrilla fueron inmortalizados por Pedro Antonio de Alarcón en sus “Historietas Nacionales”.
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