Un año más, un verano más. Se abren las puertas de la Real Plaza de Toros de El Puerto de Santa María para comenzar una nueva temporada taurina, la referencia veraniega anual del toreo en Andalucía, uno de los espectáculos más numerosos de cuantos alberga la Bahía de Cádiz.
Se abren los portones, se despeja la Plaza y salen los alguacilillos a los habilidosos sones de la Maestro Dueñas. Silencio expectante ante el resultado final de un duelo entre hombre y animal que solo ellos dos pueden dirimir.
Qué verdad tan grande la de Joselito. El transcurrir de la temporada está convirtiendo en cada vez más atractivo el cartel. Queda esperar que el toro embista y que el torero tenga ganas (algo que no siempre ocurre en esta Plaza). Novilleros que han hecho historia abriendo la Puerta del Príncipe de Sevilla, el Finito de las mejores esencias, escalofriante Fandiño, cumbre la temporada de Perera, cátedra de Ponce. Y como no, Morante y Manzanares.
La Real Plaza de Toros de El Puerto aguarda a la afición totalmente remozada. Atrás quedaron aquellos tiempos en los que el coso portuense se caía y presentaba una cara poco bella. Tendidos limpios y relucientes, ruedo renovado, instalaciones mejoradas… Impulsos que engrandecen aún más la ya de por sí atractiva oferta de una tarde de toros en El Puerto.
Estrenamos ciclo con una nueva empresa. Acabó la era Serolo y comenzamos años de gestión de Tomás Entero y Juan Carlos Beca. Parecen traer buenas intenciones, ganas y saber hacer. Desde luego, habrá que esperar algunas temporadas para poder valorar su trabajo al frente de la conocida como Maestranza de verano.
Tampoco es muy complicado mejorar la gestión anterior, aunque no es menos cierto que la “mala prensa” (valga el dicho y no la literalidad de la expresión) jugó siempre injustamente contra Serolo a quien se le culpó hasta del levante. Este domingo, si el tiempo y la autoridad así lo permiten, comenzamos una nueva temporada taurina en El Puerto. Que Dios reparta suerte.
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