Los artesanos de Cádiz lamentan que el Obispado ponga coto al trabajo

A raíz de la recomendación que el nuevo delegado Episcopal para las Hermandades y Cofradías, el padre Juan Enrique Sánchez, ha realizado a las hermandades de la Diócesis de Cádiz y Ceuta para que limiten sus gastos en nuevas adquisiciones este periódico se ha puesto en contacto con varios artesanos de la industria cofrade para saber cómo ha sentado la noticia. Los tres consultados han coincidido en que esta diócesis no se caracteriza precisamente por la inversión que realizan las hermandades, ya que la mayoría de los encargos proceden de fuera. Y entre otras cosas, porque las cofradías de Cádiz no tienen dinero, y el poco que tienen es para subsistir, realizar pequeños arreglos y ayudar a las personas que lo necesitan.

No obstante, también ahondaron en la reflexión que hizo VIVA CÁDIZ ayer cuando saltó la noticia. Si todas las hermandades siguieran estas directrices, muchos de los negocios tendrían que cerrar, arrastrando a decenas de familias a la cola del paro. Es decir, más gente a la que ayudar. 
Ricardo Muñoz, orfebre de Orfebrería Sanlúcar aseguró que en estos momentos no tiene ningún cliente de la Diócesis con un presupuesto superior a los 32.000 euros que establece el Obispado. La crisis se nota, y si antes se tardaba uno o dos años en cambiar una candelería de un paso de palio, ahora se alarga a los 5 o 6. A juicio de Muñoz, esta directriz puede derivar en un aumento de la economía sumergida.

Lo mismo piensa Manuel Olvida, un tallista de Chiclana, encargado de dar forma al paso de Nuestro Padre Jesús Despojado. “No sabemos si con esos 32.000 euros se refieren al proyecto global o es un límite anual, pero desde luego si se refiere al conjunto nadie podrá estrenar un paso, porque sólo la fase de carpintería cuesta 24.000 euros;  pero hecha la ley, hecha la trampa. En el peor de los casos habrá que dividir un proyecto global en varios, para no sobrepasar el tope que propone en obispado”. Un diseñador y bordador de la provincia gaditana que prefirió guardar el anonimato, consideró que existen otras fórmulas que benefician a todos, poniendo como ejemplo el caso de Jerez, donde hace tiempo tomaron la decisión de cobrar a las hermandades un porcentaje por cada proyecto encargado o donación recibida, “pero esto no lo veo, porque hay que tener ganas de limitar las opciones de trabajo con la que está cayendo”.

Este periódico ha podido saber que el arzobispado de Sevilla también ha tomado una decisión parecida, lo que ha provocado la indignación de muchos de sus artesanos que ya se han reunido para protestar contra la medida.

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