El presidente del Círculo de Empresas Andaluzas de la Construcción, Consultoría y Obra Pública (Ceacop), Tomás Zurano, reclamó ayer la "agilidad de la administración pública" en la ejecución de obras ya licitadas para paliar la "difícil" situación que vive el sector.
Por su parte, el vicepresidente de Ceacop, Enrique Figueroa, señaló la "financiación" y la "no destrucción de empleo" como las preocupaciones principales de los empresarios de la construcción.
Figueroa se mostró satisfecho con la inversión prevista por el Gobierno, aunque matizó la necesidad de que no se atrasen los pagos a los proveedores ya que entre el 15 y el 20% de la deuda de las empresas es de los ayuntamientos.
"Hemos pedido que se controle de alguna manera que esos pagos sean para la obra y para nada más", manifestó Figueroa en relación a la financiación prevista por el Gobierno, que ingresará directamente el dinero a los ayuntamientos.
El vicepresidente de Ceacop destacó también la necesidad de que "se premie la no destrucción de empleo igual que la creación" para evitar el aumento en las cifras de paro en el sector.
El turismo demanda liquidez para las empresas
Mientras, el presidente del Consejo Empresarial de Turismo de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Miguel Sánchez, apuntó que las empresas turísticas andaluzas registraron el pasado año una bajada de la rentabilidad de entre el 27 y el 30% derivada de la crisis económica, y lamentaron que desde hace seis meses "las cajas y bancos nos han cortado el grifo" de los créditos, por lo que pidieron ayuda a la Junta para que estas empresas puedan "tener liquidez".
De esta forma, el portavoz de la CEA consideró que "de los últimos meses de 2008 y los primeros de 2009 estamos sufriendo los peores momentos para el sector de las últimas décadas", de manera que "aunque inicialmente todos decían que el turismo estaba soportando mejor la crisis, desde hace seis meses estamos sufriendo la restricción del crédito y estamos notando la crisis de verdad, y nos tememos que la situación vaya a empeorar y no sabemos cuánto podemos aguantar".
Explicó que el sector "tiene activos inmobiliarios, como los hoteles, pero no tiene un alto 'cash flow', porque los bancos y cajas no quieren un hotel, quieren liquidez y la devolución del préstamo en líquido y no nos dan los créditos". Por ello, demandó a la Junta el establecimiento de avales y la aportación de financiación a las empresas del sector "para que las empresas puedan ver concedidos los préstamos que pidan y así podamos salvar el sector; la falta de liquidez es el problema mas acuciante que nos impide seguir funcionando".
Tras lamentar que el sector actualmente está "desamparado" y "abandonado" desde la perspectiva financiera, a pesar de ser "uno de los pilares de la economía española", alertó de que si las entidades financieras "siguen sin concedernos los créditos que les pedimos, se puede agravar la situación del sector, muchas empresas se pueden quedar en el camino y no saldremos del túnel".
En ese sentido, Sánchez, al igual que el vicepresidente de la CEA y presidente de la Federación Andaluza de Hostelería, José Manuel Ledesma, aseguró que "más que la mejora, actualización y la renovación de la planta hotelera nos preocupa la descapitalización de empresas". Ledesma agregó que "de nada nos vale el Plan Renove para el turismo, no nos viene bien pues no es un plan sectorial sino macroeconómico para reactivar otros sectores como la construcción, y además ocurre que en Andalucía desde hace diez años ya tenemos ayudas para rehabilitar la planta hotelera".
Asimismo, Miguel Sánchez explicó que en 2008 se registró una cifra de llegadas a Andalucía como destino turístico similar a la de los últimos dos años y se registró un descenso en las estancias de 5,7 días de media por viajero a 4,8 días, un descenso de las estancias que en el caso de la ocupación hotelera se traduce en una bajada de cuatro puntos en relación con 2007.
Precisó que la bajada de la ocupación hotelera viene motivada por el mantenimiento del número de viajeros unido al aumento del número de camas, con 9.800 camas más en 2008, en gran parte en hoteles de cuatro estrellas, que han originado un porcentaje de ocupación bajo.
Sánchez mostró su preocupación por esa "sobreoferta hotelera" que, a su juicio, "no beneficia a nadie" y entonó el 'mea culpa' al reconocer que tanto el sector como las diversas administraciones -autonómica y local- "han propiciado que en cada municipio haya un establecimiento hotelero y se arbitre suelo hotelero en los planes de ordenación".
Añadió que esa baja ocupación, unido el incremento de los costes de explotación entre un 5 y 6% -especialmente de los costes laborales- ha provocado un descenso de la rentabilidad de las empresas turísticas de entre el 27 y el 30%.
En ese sentido, Sánchez anunció que los empresarios pedirá a los sindicatos y a la Junta un aumento de la flexibilidad laboral y propondrán sustituir los contratos fijos -unos 400.000- por fijos discontinuos "en aquellas empresas donde haga alta", puesto que los hoteles "son empresas que soportan un gran peso social", además de apostar por un rejuvenecimiento de la plantilla, ante lo que se podrían plantear acciones de prejubilación.
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