La advocación del Valle está extendida por el orbe cristiano, especialmente por Sudamérica, donde es patrona de distintas regiones andinas y curiosamente, también de la Marina y la Armada de Venezuela. En España ejerce su patronazgo sobre distintos pueblos, destacando especialmente el fervor a Ella en la localidad sevillana de Écija, donde además es alcaldesa perpetua.
El nombre de la Virgen en su advocación del Valle proviene del fragmento de la Salve en la que muestra su protección y amparo a todos lo desterrados hijos de Eva que pasamos gimiendo y llorando por este Valle de lágrimas.
La Virgen del Valle que se venera en la ermita que recibe el nombre del dominico San Pedro González Telmo es una imagen de talla completa que originalmente era de candelero. No hay documentación sobre su autor, si bien pertenece a la época barroca y se podría datar su elaboración en el siglo XVII. No sería hasta la década de los 40 del siglo XX cuando la Imagen sería restaurada para sustituir su candelero por un cuerpo tallado, que sería realizado por el imaginero valenciano afincado en la ciudad Ramón Chaveli. Uno de los motivos por el que entonces se decidió cambiar su candelero fue porque su tamaño era más pequeño del habitual. Se le sustituyeron también los ojos, que son desde entonces de cristal. En 1950 Juan Brito retocó la cara y la última restauración a la que se sometió llegó en 1982, por el imaginero Francisco Buiza, siendo ésta una de sus obras póstumas porque falleció poco después. La actuación del maestro consistió en eliminar diferentes capas que tenía sobre la cara y darle una nueva encarnadura.
Uno de los requisitos que necesita una imagen de la Virgen María para ser coronada canónicamente es ser de contrastado valor artístico, algo que sobradamente se cumple con la Virgen del Valle. Además de éste, se debe cumplir con otros criterios. No sólo puede ser coronada una imagen de la Virgen esculpida, también se puede realizar sobre una Imagen pintada, siendo uno de los casos más destacados el de la Virgen de Guadalupe de México, que además cuenta con la corona de Virgen más valiosa de toda la cristiandad. La Imagen debe ser venerada por su pueblo, por su región o nación, así cabría distinguir devociones locales o universales como la Virgen del Rocío. El lugar donde se rinda a culto a la Imagen deberá ser un sitio que arrastre devociones y que tenga culto litúrgico y apostolado. Además de la devoción al Valle. ¿No arrastra devoción el Cristo de la Expiración en su ermita?
El expediente de solicitud de coronación debe presentar un resumen histórico de la devoción a coronar. El Valle es el germen del nacimiento de una cofradía de barqueros y pescadores en los primeros años del siglo XV, con lo cual su devoción viene refrendada por casi 600 años. Por último, es necesario mostrar adhesiones al expediente de coronación de particulares y de entidades civiles y eclesiásticas, de manera institucional o a través de firmas. Éste que escribe siente el inmenso honor de haber firmado adheriéndose a este largo proceso en 1988, cuando Paco Yesa era capataz de la Virgen del Carmen, y las andanzas costaleras nos llevaron hasta la basílica de la primera Virgen coronada de la ciudad.
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