Cabe recordar que dicho equipamiento supuso un desembolso económico de alrededor de 900.000 euros y que, en un principio, contó con el beneplácito de los vecinos de las tres barriadas que rodean la plaza. Sin embargo, con el paso de los meses fue perdiendo su encanto inicial hasta convertirse en un auténtico problema, sobre todo por la ausencia de inseguridad que transmitían los nueves estanques centrales, además de las condiciones de insalubridad que se generaban ante la falta de mantenimiento y la escasa limpieza del agua.
No pocas han sido las voces críticas de las AVV Reyes Católicos, Naval San Carlos y Madariaga en los últimos años pidiendo al Gobierno local sentarse alrededor de una mesa y determinar qué usos futuros eran los más convenientes para dicho espacio urbano, que ocupa una superficie de 7.725 metros cuadrados en los terrenos donde antaño se ubicada el campo de fútbol del Marqués de Varela.
La situación incluso se volvió casi insostenible cuando en el mes de abril de 2009, una persona que paseaba por su interior cayó a uno de los vasos de agua como consecuencia de un mareo y perdió la vida ahogado. Se confirmaba las peores de las sospechas de los vecinos de los aledaños de la plaza sobre el incumplimiento de las mínimas medidas de seguridad de la misma.
Además, en los últimos meses sus paredes de color mate se han convertido en el blanco perfecto de los amantes del grafiti, que han pintado todo lo que les ha cogido de paso.
Su carácter cultural
El delegado del Área de Desarrollo de la Ciudad, Ángel Martínez, confirmaba a este medio que, en efecto, entre los planes de su delegación se encuentra ese proyecto de tapiar los nueve estanques del centro de la plaza de Las Esculturas, adaptando dichos espacios para el uso y disfrute de los más pequeños. Eso sí, dejaba claro que “no perderemos esa visión cultural con la que fue concebida, puesto que entendemos que es un espacio magnífico para que en él tenga cabida el mundo de las Bellas Artes”.
Y es que, echando la vista atrás, hay que señalar que de manera paralela a que se fuera fraguando el proyecto de la plaza de Las Esculturas se convocó por parte del Ayuntamiento un certamen bianual de escultura urbana. El objetivo era que muchas de las obras que salieran del mismo se colocasen en el interior de la plaza pero, por razones seguramente económicas, dicho certamen dejó de celebrarse.
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