Aunque el calendario de los periodos de sesiones de las diferentes Legislaturas está marcado con bastante antelación, ésta no es la primera vez que los diputados andaluces se quedan sin vacaciones, aunque no es habitual que las interrumpan para celebrar plenos extraordinarios y, mucho menos, si sólo lo han solicitado los grupos de la oposición, aunque este no es el caso porque el primero en anunciar la celebración de estas sesiones fue el propio presidente de la Junta, Manuel Chaves. Lo habitual ha sido habilitar determinados meses para que el Parlamento se abra al debate o al trabajo de todos sus empleados. Ya ocurrió en la anterior Legislatura, hace tres años y medio, para abordar la reforma del Estatuto de Autonomía: los parlamentarios andaluces encargados de negociar el nuevo texto estatutario, los servicios jurídicos y otros departamentos de la Cámara trabajaron en el Estatuto durante varios meses vacacionales, entre ellos julio, septiembre o enero, lo que permitió que el nuevo Estatuto de Andalucía estuviera en las Cortes Españolas antes de septiembre de 2006, lo que hizo posible su ratificación en febrero de 2007 sin que coincidiera con ningún otro proceso electoral (las municipales se celebraban en mayo de ese año).
Pero esta ocasión es diferente. El primero que anunció la celebración de estas dos sesiones extraordinarias fue el propio presidente de la Junta en el último pleno ordinario antes de la aprobación de los Presupuestos andaluces. La intención de Chaves era debatir en enero y antes de que se reuniera el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) -que será quien finalmente lo apruebe- el nuevo modelo de financiación autonómica, de forma que el Parlamento vuelva a debatir la posición andaluza y el Gobierno andaluz acuda al CPFF con el respaldo de la Cámara.
Eso sí, tanto PP como IU se adelantaron y antes de que el partido mayoritario presentara la propuesta ambos grupos ya habían solicitado un pleno extraordinario y con propuestas de resolución (es decir, se aprueban tras el debate las medidas que haya presentado cada grupo), por lo que la convocatoria se haría efectiva al pedirlo más de un grupo parlamentario. El PSOE, como es obvio, ya ha presentado su petición y con toda seguridad la sesión extraordinaria se celebre los días 14 y 15, según anunciaba el portavoz parlamentario del PSOE, Manuel Gracia.
Tanto el presidente del PP-A, Javier Arenas, como el coordinador general de IULV-CA, Diego Valderas, han expresado sus discrepancias con algunos de los puntos que ha ido presentando el presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, sobre el nuevo modelo de financiación autonómica, siendo especialmente crítico el líder de los populares andaluces, quien ha considerado que la propuesta es una “tómbola con todas las papeletas premiadas”, donde cada comunidad parece recibir lo que pide cuando se reúne con el presidente español. Según el portavoz parlamentario del PSOE, este debate servirá para que el propio Arenas clarifique la postura de su partido, que consideró “ambigua”, ya que mientras él critica la propuesta del nuevo modelo de financiación, los presidentes de las comunidades gobernadas por el PP sí le han dado el visto bueno al sistema.
La segunda de las sesiones extraordinarias no tiene fecha aún, pero también se pretende celebrar en enero, según manifestaba este lunes el portavoz parlamentario de los socialistas. En este caso, el tema a debatir será la crisis económica, incluyendo una evaluación de la efectividad que han tenido las medidas que las Administraciones han puesto en marcha para paliar sus efectos sobre la economía real de los andaluces, un debate que también contará con propuestas de resolución.
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