Hace un año, la AVV se vio obligada a pedir un crédito a la entidad bancaria donde tiene sus cuentas. La subvención municipal con la que normalmente salía al paso de sus gastos no llegaba y había que pagar el mantenimiento de la sede social así como el abono correspondiente a los proveedores.
Aún así, el dinero de la subvención correspondiente a la convocatoria 2010 sigue sin llegar, señaló Moreno, y los intereses siguen creciendo. “El Ayuntamiento todavía nos debe la subvención de la convocatoria 2010 y mucho nos tememos que ante cómo está la situación, para el ejercicio 2011 no va a haber convocatoria”, se lamentaba David Moreno.
Los efectos de esta situación económica en la entidad vecinal se han traducido en varias consecuencias. El local social acusa la falta de mantenimiento y se ha suspendido el programa de actividades que tenían previsto. En este sentido, el dirigente vecinal reconoce que tanto él como la secretaria de la asociación han tenido que poner dinero de su bolsillo para pagar el teléfono, pero ya han desistido. Las muestras de solidaridad han llegado de manos de los vecinos del barrio, que han puesto su granito de arena cediendo de forma desinteresada de sus hogares material y útiles de limpieza.
Desde la AVV hacen un llamamiento al delegado de Participación Ciudadana, para que interceda ante el equipo de Gobierno.
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