Tal como denuncia, desde hace tres años el aparato habrá funcionado en contadas ocasiones, ya que “cada vez que lo arreglan dura dos o tres días y luego se vuelve a fastidiar”, y después de la insistencia de los afectados a la dirección del centro, la única respuesta que ha recibido la directora desde la Consejería de Bienestar Social, competente de estas dependencias públicas, es que no hay dinero. “Dicen que no pueden pagar ni uno nuevo, que sería lo ideal, ni tampoco repararlo”, critica.
No obstante, además de estar enfadados con la Junta, los afectados también dan un tirón de oreja a la dirección “porque tiene que estar más encima de la Junta, porque todos sabemos que para estos casos hay que ser una mosca cojonera para que te escuchen”, manifiesta. Por ello, si en los próximos días no obtienen ninguna respuesta tras la denuncia pública, no descartan desplazarse en autobús hasta la sede de la Delegación provincial de Bienestar Social, en Cádiz, para protestar por su situación. De igual manera, Jiménez no entiende como la Junta no deja de llamar la atención en sus campañas sobre los colectivos más vulnerables, como los bebés, los niños pequeños y, como en este caso, los mayores, y tiene a los pensionistas de este centro, al que pertenecen más de 2.000 socios, sin aire acondicionado.
“El centro no está en condiciones y con este calor no se puede parar ni aunque te pongas junto a la ventana; cualquier día a alguno nos va a dar algo”, añade.
Aunque la administración responsable de este problema es la Junta de Andalucía, Jiménez no pierde de vista una promesa del líder de CIS y actual socio de Gobierno de la alcaldesa Irene García, Juan Marín. “Se comprometió a arreglarnos este problema en la campaña electoral si seguía gobernando tras las elecciones, así que estamos esperando a ver si cumple con su palabra”. Ahora toca esperar y rezar para que este verano cambien las tornas.
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