La operación, llevada a cabo por la Guardia Civil y denominada Tutum, ha permitido desarticular una red en la que el cabecilla, J. C. R, de 37 años y residente en Sevilla, utilizaba la capital para recibir la mercancía robada y darle salida, junto al tabaco de contrabando, hacia Gibraltar por carretera y hacia Las Palmas de Gran Canaria mediante paquetería aérea.
La red se dedicaba a desvalijar estancos y asaltar diversos establecimientos comerciales, y hasta el momento se han esclarecido 18 robos, cinco de ellos en la provincia de Sevilla, a los que hay que sumar los que se les atribuyen en grado de tentativa.
La Guardia Civil inició la llamada operación Tutum tras detectar que se estaban produciendo robos en estancos y establecimientos de hostelería en la Sierra de Cádiz. Era un grupo organizado “muy activo” que incluso se desplazaba en una sola noche desde el Aljarafe sevillano a la serranía de Cádiz para perpetrar varios robos.
La base de las operaciones, según las investigaciones de la Benemérita, estaba en Sevilla, donde se identificaron los roles de los integrantes de la red, siete personas dedicadas al robo y otras ocho especializadas en obtener información, reconocer y controlar los estancos, así como en ocultar las herramientas y la mercancía sustraída.
El cabecilla era J. C. R, detenido el pasado 29 de abril, quien recibía y daba salida tanto a la mercancía robada como al tabaco. Además, abastecía al mercado del tabaco de contrabando procedente de Gibraltar, a través del transporte por carretera, y a Las Palmas de Gran Canaria, mediante envíos de paquetería aérea que realizaba L. J. R, de 43 años y también vecino de Sevilla.
De los 18 robos esclarecidos, cinco de ellos fueron perpetrados en Sevilla, entre ellos uno en una cafetería de la capital, otro en una papelería de Castilleja y otro en un establecimiento de Bormujos.
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