Un antiguo camión de bomberos abría una comitiva que enfilaba ya hacia Legión Española dispuesta a llevar la ilusión a los miles de onubenses que le esperaban durante su recorrido. Fiel a la tradición, la carroza de la Estrella de la Ilusión, encarnada por la campeona de Bádminton, Carolina Marín, fue la primera en aparecer para arrancar a los niños, y a los que no lo son tanto, la palabra más repetida: aquí, aquí, aquí, para pedir un aluvión de caramelos. Lo siguiente fueron carrozas como ‘Un jardín feliz’, ‘El Portal de Belén’, ‘Dora la exploradora’, ‘Los picapiedra’, ‘Mares profundos’, ‘El alfarero’ o ‘El ilusionista’, además del esperado ‘Bob Esponja’, todas diseñadas por el equipo de Juan Manuel Seisdedos.
Sobre ellas, niños sonrientes y afanados en lanzar serpentinas, confetis y caramelos. Entre ellos, los más esperados, los Reyes Magos, acompañados por tres agrupaciones musicales, las charangas Los Moraos y Los Templarios de la Música y la Banda de Nuestra Señora de la Salud.
El primero, el Rey Melchor, representado por el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos Saltés, José Luis Rebollo, no daba abasto en el reparto de caramelos; lo mismo que Gaspar, encarnado por el presidente de la Federación Onubense de Fútbol, Felix Pérez; y Baltasar (el banderillero Jesús Carvajal) en su cansada tarea. En definitiva, una comitiva formada por más de 150 personas y 16 carrozas que repartieron 17.000 kilos de caramelos, 2.700 de confeti y 200.000 rollos de serpentinas.
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