“Sentimos que cada vez que pasa un evento de estas características nos tienen discriminados con respecto a otras zonas del entorno, que sí limpian de manera inmediata cuando acaban”, afirma Josefa, representante de los afectados, quien recuerda que “nosotros pagamos nuestros impuestos igual que todo el mundo”.
Lo que más indigna a estas familias es que nadie les da explicaciones de porqué esta situación se repite tan a menudo, sobre todo tras la celebración de la Feria en julio.
Una rejilla
Por otro lado, hace varios meses fue robada una rejilla grande que cubría el alcantarillado en el que se recogen las aguas pluviales. Tras mucho insistir y después de cuatro meses el hueco fue sellado con motivo de la celebración de la Feria del Carmen y de la Sal. El temor de los vecinos reside ahora en que cuando llueva con más fuerza de la cuenta, como sucedió el año pasado, toda esa zona se inunde y además se convierta en un vertedero donde van a parar la basura.
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