Los dos jóvenes apuñalaron a su vecina por un botín de 30 euros

Uno de los presuntos asesinos vivía en el mismo bloque y otro era vecino de la zona

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  • Uno de los presuntos asesinos es conducido al interior de la Comisaría.
  • Le robaron un televisor portátil que vendieron por esa cantidad
  • Pudieron apuñalar a la mujer al ser sorprendidos por ésta dentro de la casa
  • Mercedes Tello falle´ció desangrada después de ser apuñalada por dos personas
A media tarde de ayer D.R.S. se paseaba por la plaza de Santa Ana. Como un vecino cualquiera de Guillén Moreno la conversación que entablaba de inmediato con otros jóvenes del lugar giraba en torno al asesinato de Mercedes Tello, la mujer que en la tarde del lunes aparecía cosida a puñaladas en la calle Cal y Canto.
A diferencia del resto de jóvenes que participaban en la conversación, D.R.S. aseguraba que no había tenido ningún problema para conciliar el sueño la noche anterior pensando en que un ladrón rondaba por el barrio. De hecho, aseguraba que no había motivo para temer, porque quien hubiese matado a Mercedes “no había robado nada”. Él hablaba con conocimiento de causa. De hecho vive justo en el piso de abajo de la fallecida.
Antes de irse algo llamó la atención de una de las jóvenes con las que hablaba. “¿Quién te ha hecho esos arañazos?”, le preguntó. “Una niña, quién va a ser”.
La niña resultó tener 54 años y ser su vecina. A D.R.S. no le dio tiempo de llegar a su casa. A eso de las siete de la tarde la Policía lo detenía en la esquina de la calle Cal y Canto con la avenida de San Severiano como presunto autor del asesinato de Mercedes Tello.
La operación no terminó aquí, puesto que la Policía localizaba escasamente una hora más tarde a su cómplice y presuntamente también autor material del asesinato de Mercedes Tello .

Pistas
Poco a poco se van conociendo nuevos detalles del suceso. Los culpables del asesinato no fueron demasiado cuidadosos, y el fuerte enfrentamiento mantenido con la fallecida no les ha ayudado a permanecer en el anonimato. Los propios arañazos y golpes en el cuerpo del detenido son considerados una prueba por la Policía Científica, más, teniendo la posibilidad de comparar el ADN del detenido con los restos de tejido epitelial encontrados en las uñas de Mercedes Tello.
La autopsia realizada al cuerpo en la mañana de ayer ya revelaba que habían sido dos las personas que habían intervenido en el asesinato, por lo que la Policía se puso de inmediato a investigar en este sentido, más cuando ya había sido descartado como sospechoso el marido de la víctima, que precisamente por la mañana acudió a su piso acompañado por la Policía Nacional para aportar cualquier información que pudiese resultar valiosa para la investigación.
Aparte de los evidentes estragos causados por la pelea de Mercedes con sus agresores hubo un detalle que llamó la atención del dueño de la casa: faltaba un pequeño televisor portátil. Justo el mismo que D.R.S. habría vendido al día siguiente de llevárselo. La recompensa obtenida, no fue muy elevada: treinta euros.
Otro dato que revela la autopsia es que Mercedes Tello murió desangrada a causa de las múltiples heridas de arma blanca recibidas. Desde el primer momento los agentes sostenían la premisa de que el agresor debía ser una persona conocida por la víctima, no sólo porque la puerta de entrada al piso no había sido forzada, sino porque el enseñamiento y la violencia demostrada son prueba de que en la agresión había “odio y conocimiento personal”.
La muerte de Mercedes tuvo lugar en la madrugada del domingo al lunes. La hipótesis más probable es que los dos sospechosos entrasen a robar y fueran sorprendidos por la mujer, quien se enfrentó a ellos. A partir de ahí, el hecho de que fueran reconocidos por ella pudo ser decisivo para que decidieran acabar con su vida. También se piensa en fuentes policiales que el consumo de drogas pudo favorecer la tremenda violencia empleada por los agresores.
D.R.S. tiene 20 años y varios antecedentes. Vive en el bloque número 7 de la calle Cal y Canto y es bien conocido en Guillén Moreno. Tras el fallecimiento de sus padres vive con unos tíos y su familia. Sus conocidos lo consideran “un chaval normal”, al igual que a su cómplice de asesinato.

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