El último hito en el camino se ha materializado esta semana con el anuncio de la constitución de un nuevo partido político dispuesto a comparecer en las próximas elecciones municipales, con la peculiaridad de que el mismo cuenta como principales referentes con dos ex candidatos pedáneos del PSOE: Roque Valenzuela y Manuel Becerra. Lo de Valenzuela llevaba enquistado bastante tiempo; lo asombroso ha sido la forma en que se ha precipitado el asunto vinculante a Becerra. Quien fuera alcalde pedáneo de Guadalcacín había formado parte del equipo de asesores municipales de la alcaldesa desde 2007. A raíz de su cese, junto a los demás asesores, ha solicitado la baja del partido aludiendo a diferencias irreconciliables con el nuevo ideario, o con los nuevos dirigentes, o como ustedes quieran llamarlo. Lo cierto y lo fijo es que ha dejado el PSOE, y si tenía más o menos clara su participación en el proyecto del nuevo partido germinado en la zona rural, lo evidente es que el empujón terminaron de dárselo esta semana con el comuncado emitido desde la ejecutiva local socialista.
Fue hace un par de semanas cuando este periódico anticipó los movimientos realizados en el ámbito rural de cara a la creación de un nuevo partido y cuando apuntamos algunos de sus nombres, entre ellos el de Roque Valenzuela, que no hacía sino dar pistas de por dónde podían ir encaminadas las perspectivas. La duda estaba en saber si el nuevo partido iba a pujar por el gobierno de las pedanías o si, en cambio, sus miras iban mucho más allá, a tenor de la posibilidad -planteada como real- de presentar candidatura a la Alcaldía de la ciudad y sumar un número de votos suficientes como para hacerse con uno o dos concejales, que a estas alturas del proceso se antojan fundamentales ante los más que probables pactos de gobierno para alcanzar la gobernabilidad en Jerez. En este sentido, la incorporación pública y notoria de Manuel Becerra al proyecto no ha hecho sino abrir definitivamente las puertas a esa opción.
Los datos respaldan su decisión: en 2007, el PSOE sumó casi ocho mil votos procedentes de la zona rural, más del 70% de los emitidos en la misma. Si los que hasta ahora han sido referentes del PSOE en las poblaciones con mayor número de votantes -Guadalcacín y La Barca- se presentan bajo otras siglas, ¿serán capaces de redireccionar todo ese voto hacia sus nuevas siglas? Ellos piensan que sí, porque aunque se interprete su movimiento como una revancha de indisciplinados, no es menos evidente el descontento hacia la gestión municipal actual y la esperada dispersión del voto que esa circunstancia puede deparar.
Todo ha ocurrido, a su vez, paralelamente al conflicto que vive el PSOE provincial en Los Barrios, y que lleva a preguntarse a cualquiera qué es lo que sucede en un partido de tan larga trayectoria y respaldo social para que se vea salpicado por circunstancias que atentan contra su integridad misma como institución, teniendo en cuenta que no es la primera vez que vive conflictos de rebeldía de idéntica naturaleza. Tal vez, y por volver al ejemplo inicial del circo, lo preferible en estos momentos para la responsable de la pista jerezana sea subirse al trapecio, dejarse llevar por su vaivén y, como cantaba Manolo García, “verlas venir en movimiento”. Puede que gane en anticipación, y eso supone ganar tiempo, tiempo para tomar decisiones adecuadas y dejar de seguir el ritmo que le marcan los demás.
¿Tarde de expectación, tarde de decepción?
La euforia, más o menos contenida, con la que se asiste desde el PP a una supuesta (o posible) victoria electoral en las municipales de Jerez empieza a ser algo preocupante, aunque tampoco se sabe quién está más preocupado por esta circunstancia, si los populares o los que no lo son. Puede que el problema no sea una cuestión local, sino de los que desde fuera insisten en ese aire triunfalista y le regalan los oídos a sus afiliados jerezanos. Porque ya se sabe: “tarde de expectación, tarde de decepción”.
Inconvenientes llamadas de aniversario
El jueves hubo pleno. Tres años atrás, los concejales que ocupaban los asientos del equipo de Gobierno celebraban por todo lo alto la victoria electoral que les hizo merecedores de tal privilegio. Sin embargo, tres años después no hay, no se encuentran, excesivos motivos para la celebración y, de hecho, las únicas llamadas relacionadas con lo vivido en estos tres años eran las de los autores de una encuesta que, además de pedir valoración sobre la gestión de la alcaldesa, preguntaban: ¿y a quién prefiere de candidato: a Pilar Sánchez, a Mamen Sánchez o a Antonio Fernández?
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