Tal como explicó Becerra, el plan define tres ámbitos estratégicos de intervención que buscan el fortalecimiento del compromiso institucional, la puesta en marcha de medidas que favorezcan la mejora de la competitividad de los comercios en los mercados municipales y la venta ambulante regulada, así como actuaciones de dinamización y promoción que revaloricen estos espacios y los proyecten hacia el futuro como recursos clave para vivir la ciudad. De ahí que los vendedores de tanto el Mercado Central de Abastos como el de La Plata o Federico Mayo, actualmente en obras, vayan a recibir nuevas técnicas de márketing para dar un paso más en la estrategia de dinamización que debe caracterizarles al margen de los proyectos de mejora, como la rehabilitación de la nave del pescado de la Plaza de Abastos, que se han ejecutado en los últimos ejercicios.
Por su parte, Lebrero recordó que el sector del pequeño comercio de Jerez es líder en la provincia, de ahí su apuesta por este tipo de iniciativas. “Queremos que las actuaciones que se puedan realizar sean lo más ambiciosas y eficaces posible para que el tejido económico del comercio minorista pueda fortalecerse, al mismo tiempo que podamos tener un entramado de complicidades tupido y resistente de todos los profesionales con la administración municipal”, concluyó.
Las obras empezarán tras el verano
La remodelación de los puestos ambulantes de la calle Parada y Barreto, anexa al Mercado Central de Abastos, se realizará después del verano tras muchos años de reivindicaciones. Así lo confirmó ayer la delegada municipal de Medio Ambiente, África Becerra, que explicó que el Consistorio jerezano ya cuenta con una subvención de la Consejería de Comercio de la Junta de Andalucía para ejecutar estos trabajos, que incluirán actuaciones en la solería, luces y marquesinas para adecentar todo el espacio, materializando así un “reclamo histórico” de los vendedores de la Plaza de Abastos. De hecho, el proyecto de la obra ya está terminado, por lo que Becerra confía en que no haya ningún problema para poder comenzar tras los meses de verano y poder convertir a esta calle, toda una tradición para el mercadillo ambulante y una de las que más afluencia registra, en “un atractivo turístico más”, de manera que todos los puestos luzcan homogeneizados y en condiciones dignas.
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